Atacama es una región costera de Chile, situada muy cerca de la Cordillera de los Andes. Durante muchos años ha sido considerada una zona naturalmente árida y deshabitada. Pero las evidencias arqueologicas recientes sugieren que un terremoto de 9,5 grados en la escala Richter, el más intenso hasta ahora, fue el responsable de acabar con el estilo de vida de los habitantes de Atacama. El equipo de arquélogos de la Universidad de Chile visitó el desierto de Atacama para estudiar los depósitos litorales que se extendían desde la costa hasta las edificaciones del lugar, a 600 kilómetros de distancia.

Utilizando la datación de radiocarbono, se dieron cuenta que estos depósitos no eran parte de la geografía de la zona hace 3800 años. Por el contrario, habían sido generados por un evento tectónico intenso, que acabó desatando un tsunami sobre la ciudad de Atacama. Para ese momento, una región habitada por pequeños recolectores y pescadores que llevaban varias décadas aprovechándose de los recursos marinos.

Los modelos matemáticos de los investigadores apuntan a que el sismo rondó entre los 9,5 y los 9,6 grados en la escala de Richter. Lo que lo convierte en el terremoto más intenso del mundo, junto al “gran terromoto de Chile” ocurrido, curiosamente, en la misma región de Atacama en 1960.

Para esa época no habían edificaciones en Chile lo suficientemente resistentes como para soportar el movimiento de las placas tectónicas de Nazca y Sudamérica. Con lo cual el evento fue una verdadera catástrofe.

Se estima que, inicialmente, la costa del desierto de Atacama sufrió una ruptura de 1000 kilómetros de longitud, a causa de la energía sísmica liberada en el Océano Pacífico. Esto ocasionó que miles de viviendas fueran literalmente “tragadas” por la Tierra, junto con sus habitantes y tesoros culturales.

Un par de minutos después, debió ocurrir un tsunami de al menos 20 metros según los investigadores. Un tamaño similar al ocurrido en 1960, que acabó por hundir siete metros bajo el agua al resto de las viviendas y parte de los barcos pesqueros.

Los habitantes que sobrevivieron a estos fenómenos se asentaron en lugares más altos, cerca de las zonas montañosas. Principalmente por miedo a que ocurriera un terremoto más intenso en Atacama, o se repitiera otro con la misma magnitud.

Curiosamente, estos pescadores permanecieron “ocultos” entre las montañas durante casi 2000 años. Por tanto, gran parte de su historia y tradiciones se han perdido definitivamente. Tanto las previas al tsunami, como las posteriores.

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