La NASA lanzará un nuevo telescopio para adelantarse al fin del Universo
La NASA lanzará en 2027 el telescopio espacial Nancy
Gracy Roman, un potentísimo aparato que nos permitirá medir la velocidad de
expansión del universo con una precisión sin precedentes. Este telescopio
podría darnos la respuesta a una pregunta que lleva años en la cabeza de los
cosmólogos: ¿Seguirá el universo expandiéndose hasta que acabe desgarrado en
pedazos?
Desde principios del siglo XX sabemos que el
universo está en contínua expansión, pero en 1998 descubrimos además que esa
expansión no para de acelerarse. Los astrofísicos han decidido llamar energía
oscura a las fuerzas que provocan esta expansión, pero todavía nos falta mucho
por conocer cómo funciona este proceso.
La teoría del ‘Big Rip’, o el Gran Desgarro, dice
que con la expansión del universo puede llegar un punto en que las galaxias se
van separando tanto que su gravedad no es lo suficiente fuerte como para
mantenerlas unidas. Esto provocaría una cadena de acontecimientos que haría que
las estrellas se desprendieran de sus galaxias, los planetas de sus estrellas y
así hasta llegar a un punto en que hasta los propios átomos dejarían de estar
unidos.
Un estudio publicado recientemente en The
Astrophysical Journal por investigadores de la Caltech, en California, propone
una serie de ajustes que harán que el telescopio espacial Roman, gracias a su
potencia y a los instrumentos que incorpora, nos ayude a entender mejor los
mecanismos que provocan esa expansión y sus posibles consecuencias.
Al igual que el Hubble, el Roman tiene un tamaño de
2,4 metros, pero la NASA asegura que tiene una capacidad de visión 100 veces
mayor y necesita menos tiempo para realizar sus observaciones. Durante el
tiempo que dure su misión —está previsto que esté en funcionamiento entre cinco
y diez años— realizará varias tareas como buscar exoplanetas en la Vía Láctea o
capturar sus imágenes.
Pero también cuenta con un instrumento llamado HLSS
(encuesta de área amplia de alta latitud en sus siglas en inglés) que nos
ayudará a ampliar la actual cartografía de las estructuras más importantes del
universo. El HLSS es capaz medir las distancias a unos dos millones de galaxias
en el momento que el Universo tenía sólo dos o tres mil millones de años, algo que
no se ha hecho hasta ahora.
"Aunque Roman podría realizar un sondeo
superficial y de área amplia comparable al de Euclid [el telescopio espacial de
infrarrojos en el que trabaja la ESA] en aproximadamente un año de tiempo de
observación, el muestreo más profundo que se propone aquí es un mejor
complemento para otros sondeos y explota más eficazmente las capacidades de la
mayor apertura de Roman", escriben los investigadores del artículo.
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