Paleontólogos chinos descubren los restos del búho diurno extinto más antiguo hasta ahora

Paleontólogos chinos han hecho público el hallazgo de un esqueleto fósil “asombrosamente bien conservado” de un búho prehistórico encontrado en la meseta tibetana. Se trata de una especie diurna que se extinguió hace unos seis millones de años, según un comunicado en la página web del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de la Academia de Ciencias de China.

Esta es la evidencia más antigua de actividad diurna en los búhos, sostienen los científicos.

A juzgar por la estructura de los ojos, se trata de un ejemplar diurno. El pájaro prehistórico, llamado Miosurnia diurna, es un pariente cercano de los búhos halcones norteños ‘Surnia ulula’ modernos, que también suelen cazar durante el día. El hallazgo sugiere que algunos búhos comenzaron a cambiar a la actividad diurna hace, al menos, seis millones de años.

El comunicado añade que el hallazgo se realizó en rocas depositadas durante la época del Mioceno tardío a una altura superior a los 2.100 metros de la provincia china de Gansu, en el borde de la meseta tibetana.

De hecho, los restos se conservaron casi por completo, incluidos los huesos del cráneo, las alas, las patas, la cola e incluso el hioides, los huesos del aparato de la lengua. Los fósiles contienen incluso los restos de la última comida del ave: un pequeño roedor mamífero.

Debido al buen estado de los huesos orbitales, los paleontólogos pudieron determinar que el ave era diurna. Se ha llegado a esta conclusión porque los animales nocturnos tienen ojos y pupilas más grandes que los diurnos, y esto se refleja en el tamaño de los llamados huesecillos esclerales, pequeños huesos que forman un anillo alrededor de la pupila y el iris en la región exterior del ojo.

Gracias a las simulaciones por computadora, los científicos pudieron componer correctamente un ‘tetris’ a partir de los huesecillos esclerales, determinando el diámetro del anillo alrededor del iris y la pupila de su ojo. Luego se realizó un análisis estadístico, comparando los huesecillos esclerales del ejemplar hallado con los de 55 especies de reptiles y más de 360 especies de aves, incluidos los búhos.

Como resultado, los científicos descubrieron que el antepasado de todos los búhos modernos era casi seguro nocturno, pero el antepasado del grupo Surniini (que solo incluye especies diurnas y crepusculares de búhos modernos) era, con casi el 100% de certeza, diurno.

“Estos resultados sitúan en la era del Mioceno el inicio de los hábitos diurnos de un grupo de búhos distribuido globalmente, y eso puede estar relacionado con la expansión del hábitat estepario durante el enfriamiento climático en el Mioceno tardío”, afirman los autores, cuyas conclusiones se han publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) el 28 de marzo.

 

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