Denuncian el “despilfarro” de arena del Sáhara para regenerar playas
La extracción irregular de arenas procedentes del Sáhara Occidental para regenerar playas o para la construcción puede tener efectos ecológicos nocivos tanto en el yacimiento africano del que se extraen como en sus puntos de destino, han advertido a Efe varios especialistas.
Así,
el coordinador de recursos naturales de la Asociación Canaria de Amigos del
Pueblo Saharaui (Acaps), Anselmo Fariña, ha advertido de que "existe la
noción de que la arena es un recurso ilimitado y más si hablamos de la de un
desierto como el del Sáhara, pero esa es una impresión equivocada ya que en
realidad "debemos pensar en ella como un recurso no renovable en la misma
forma en que lo es el agua.
Tampoco es inagotable, a pesar de que lo parezca, y
en el caso del yacimiento del Sáhara Occidental del que se extrae hoy la arena
que luego es importada por Canarias, su capacidad es de dos millones de metros
cúbicos, según Acaps.
Este material es empleado "mayoritariamente en
la industria cementera y también en la regeneración de las playas", sobre
todo en las de las islas occidentales que "originalmente eran de arena
negra pero se optó por la arena sahariana, que es rubia, para asimilarlas a las
más turísticas como la de Las Canteras en Gran Canaria", precisa Fariña.
Así, la playa de Las Teresitas en Tenerife recibió
una primera deposición de 270.000 toneladas, seguida de hasta tres reposiciones
posteriores en 1988, 1999 y 2014, de acuerdo con los datos en poder de Acaps,
que denuncia "un flujo regular de tráfico de arena" por empresas
marroquíes desde el puerto saharaui de El Aaiún hasta distintos puntos del
archipiélago canario. "Sabemos que el tratamiento de la arena originaria
del Sáhara no es el adecuado pero hemos denunciado esta situación al Seprona
sin recibir respuesta, ha lamentado Fariña.
Conocedora del tema es también Aurora Torres,
coautora del informe "Arena y sostenibilidad: 10 recomendaciones
estratégicas para evitar una crisis", publicado por la ONU, quien señala
en el mismo el peligro potencial de esta actividad ya que "puede disparar
la posibilidad de introducir especies exóticas invasoras en el nuevo
ecosistema.
Además de ese riesgo, la regeneración de una playa
con material foráneo "tiene un impacto considerable", ha añadido el
portavoz de Oceana, Ricardo Aguilar, debido a que la nueva arena produce una
erosión mayor en el nuevo ecosistema, sobre todo si no procede del mar sino del
continente", lo que a su vez obliga a "programar nuevas
regeneraciones con más frecuencia, ha añadido Ricardo Aguilar, portavoz de
Oceana.
Aguilar también avala la amenaza que la extracción
supone para el propio yacimiento puesto que los desiertos tienen su propia
dinámica ecológica y, si extraemos mucha arena de ellos, la alteramos.
El transporte de arena africana no es solo hacia
Canarias, ya que estos expertos han detectado su traslado a la localidad
portuguesa de Machico, en la isla de Madeira, y también a la isla balear de
Mallorca, si bien en este último caso "las autoridades ambientales vetaron
su uso en la edificación de un campo de golf, lo que provocó que fuese
finalmente utilizada en el sector de la construcción.
Para el Observatorio de Recursos del Sáhara
Occidental, el tráfico de arenas es claramente ilegal a partir de sentencias,
como la dictada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en 2016, que
dejan claro que Marruecos no puede exportar como propios los productos del
Sáhara Occidental.
Hemos escrito reiteradamente a la Guardia Civil para
que impidiese la descarga de esa arena o siquiera para que comprobase la
documentación de origen de la mercancía, y nos han contestado que esa orden
tendría que venir de la UE, se lamenta Cristina Martínez, portavoz del
observatorio. EFE
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