Descubren en Panamá una nueva especie de salamandra
Una nueva especie de salamandra sin pulmones del
grupo Bolitoglossa (caudata: plethodontidae) fue descrita en la Revista Zootaxa
por el doctor Abel Batista, investigador de la Universidad Autónoma de Chiriquí
(Unachi) y miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI) de la Secretaría
Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), en conjunto con los
investigadores panameños Marcos Ponce, Deivy Navarro y Roger Morales.
La nueva especie endémica de la cordillera de
Talamanca, fue descubierta por un equipo de científicos panameños, al oeste de
Panamá, dentro del Parque Internacional la Amistad (PILA).
Según la Senacyt, el epíteto específico de esta
nueva especie de salamandra honra a Cathy Ledec, conservacionista apasionada y
comprometida con las organizaciones conservacionistas que trabajan para
preservar el hábitat de las salamandras en el Neotrópico. El nombre común de la
especie es Salamandra de fuego chiricana o Chiriquí fire salamander en inglés,
haciendo referencia al color rojizo que tiene.
Explican que la nueva especie se distingue por su
coloración dorsal y ventral, las membranas en los dedos de las manos y pies, y
un recuento de dientes maxilares comparativamente alto en relación con su
tamaño corporal.
La especie fue observada por primera vez en 2017
durante las giras de campo del proyecto “Sistemas de Producción Sostenible y
Conservación de la Biodiversidad, del Sistema Nacional de Información y
Monitoreo de la Diversidad Biológica (Snimdb)”, ejecutado por la Dirección de
Áreas Protegidas y Vida Silvestre del Ministerio de Ambiente de Panamá.
La localidad del origen de la especie se encuentra
cerca de la división continental entre las provincias de Chiriquí y Bocas del
Toro dentro del PILA a 1,969 metros sobre el nivel del mar.
Como esta nueva especie está restringida a una
pequeña área de un hábitat de gran altitud en la Cordillera de Talamanca, los
investigadores sugieren que se clasifique como una especie “En peligro
crítico”, de acuerdo con las categorías y criterios de la Lista Roja de la
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). La presión
humana alrededor del área probablemente conducirá a una mayor disminución de
las poblaciones a través del deterioro del hábitat y la reducción del área de
ocupación, apuntan los científicos.
En Panamá, la última actualización de 2010 indicó
que tenemos el 33% de anfibios en alguna categoría de amenaza.
“Todavía se necesita trabajo taxonómico en las
tierras altas entre Costa Rica y Panamá ya que aún tenemos vastas áreas remotas
aún sin explorar, principalmente a lo largo de la Serranía de Talamanca. Los
bosques nubosos son vulnerables al cambio climático debido al bajo rango de
movilidad de las especies endémicas de las tierras altas. En consecuencia, las
especies o poblaciones restringidas a dichos hábitats son enormemente
susceptibles a ligeros cambios en el medio ambiente y, por lo tanto, enfrentan
un riesgo elevado de extinción”, comenta Batista.
Se requiere un plan de conservación urgente para
proteger el bosque nuboso circundante y todo el PILA, para preservar su grupo
único de especies endémicas, añade.
Este trabajo de expediciones e investigaciones fue posible
gracias al apoyo del Ministerio de Ambiente, asociación Adopta Bosque Panamá,
The Rain Forest Trust, Universidad Autónoma de Chiriquí, Fundación Los
Naturalistas, departamento de Zoología, Instituto de Biociencias, Universidad
de São Paulo, Brasil; y el SNI de la Senacyt.
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