¿Se están invirtiendo los polos magnéticos del planeta?
Cuando se habla de polos del planeta a menudo se
piensa que este únicamente tiene un Polo Norte y un Polo Sur, pero lo cierto es
que el asunto es más complejo que esto. Es cierto que nuestro planeta posee dos
polos geográficos, los ya antes mencionados y que nos dan indicio de ubicación
en los mapas, además no se mueven nunca, siempre serán los mismo. Pero también
posee otros dos polos que son independientes de los geográficos, los llamados
polos magnéticos. Por lo tanto, existe un Polo Norte magnético y un Polo Sur
magnético, y resulta que uno de estos está cambiando cada vez más rápido de
posición e incluso existe la posibilidad de que en un futuro se inviertan.
Pero, ¿qué sucedería si los polos magnéticos llegaran a invertirse?
Durante los últimos 150 años, el Polo Norte
magnético ha estado vagando y comportándose de forma extraña. Es decir, aunque
parece que nuestras brújulas apuntan siempre hacia el mismo sitio en el norte,
la realidad es que el polo magnético se ha estado moviendo rápidamente durante
este tiempo. Se ha desplazado a lo largo de más de mil kilómetros por el norte
de Canadá y continúa moviéndose.
Es por esto que los físicos han dejado claro que una
inversión de polos magnéticos no sería un hecho extraño. De hecho, se tiene
registro de que eventos de esta índole ya han sucedido en el pasado. En otra
palabras, el polo norte y sur magnéticos intercambiaron posiciones en algún
momento de la historia del planeta.
También se sabe que aunque hoy en día existe una
predominancia de dos polos, pero que en el pasado no siempre fue así. La
evidencia sugiere que durante cientos de miles de años, la Tierra se comportó
como un imán con distintos polos, desde cuatro, seis e incluso hasta ocho polos
magnéticos distintos. Mismos que surgieron como una proceso de las inversiones
de polos pasadas.
Claro que no serían buenas noticias para la
humanidad y la vida en general, pues múltiples polos tendrían incidencias en el
campo magnético, que es nuestro escudo protector de las inclemencias del clima
espacial. Ocho polos serían suficientes para reducir la fuerza del campo hasta
en un 90%, dejándonos a la deriva de la radiación solar que es capaz de causar
daños a nivel celular como el cáncer.
Además, mucha de la vida que habita nuestro planeta
ha estado desarrollándose gracias a las condiciones del campo magnético. Muchas
aves y otros animales, se guían gracias a las líneas del campo para establecer
sus rutas migratorias, una teoría que en el pasado ya había augurado Albert
Einstein. Una inversión en los polos los haría perder su capacidad de ubicación
espacial y quizá terminen relegados a la extinción.
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