Científicos norteamericanos crean una nueva tecnología que nos acerca a la inmortalidad
Una nueva técnica recientemente desarrollada
restaura la función de células y órganos en cerdos después de la muerte: los
científicos lograron recobrar la circulación sanguínea en todo el cuerpo y
otras funciones celulares. Si se logran restaurar ciertas funciones celulares
en el cerebro muerto, y los avances se replican en humanos, se podrían
recuperar prácticamente todas las funciones en un organismo después de la
muerte.
Investigadores de la Universidad de Yale, en Estados
Unidos, han creado un fluido protector de células especialmente diseñado para
su administración en múltiples órganos y tejidos, con el cual pudieron
restaurar la circulación sanguínea y otras funciones celulares en cerdos en el
marco de un experimento, incluso una hora después de su muerte.
Según explican los científicos en un nuevo estudio,
publicado recientemente en la revista Nature, además de ayudar a extender la
salud de los órganos humanos durante una cirugía y ampliar la disponibilidad de
órganos de donantes, la tecnología es un camino potencial hacia la recuperación
integral de órganos post mortem, incluyendo al cerebro humano.
De acuerdo a una nota de prensa, seis horas después
del tratamiento con la nueva tecnología, denominada OrganEx, los científicos
encontraron que ciertas funciones celulares primordiales estaban activas en
muchas áreas del cuerpo de los cerdos, incluso en el corazón, el hígado y los
riñones. Además, algunas funciones de los órganos se habían restaurado: un dato
vital es que encontraron evidencia de actividad eléctrica en el corazón, que
conservaba la capacidad de contraerse.
La tecnología utiliza un dispositivo de perfusión,
similar a las máquinas de circulación extracorpórea que reemplazan el trabajo
del corazón y los pulmones durante una cirugía. La perfusión es el paso de un
fluido, a través del sistema circulatorio o el sistema linfático, a un órgano o
un tejido. Habitualmente se emplea para el traspaso capilar de sangre a los
tejidos, pero en este caso se utiliza un fluido experimental.
El fluido análogo de la sangre contiene compuestos
que pueden promover la regeneración celular y suprimir la inflamación en todo
el cuerpo. En el experimento, se indujo un paro cardíaco en cerdos
anestesiados, que fueron tratados con OrganEx una hora después de la muerte.
Este avance se sustenta en una investigación previa, en la cual se restauró la
circulación y ciertas funciones celulares en el cerebro de un cerdo muerto.
Los investigadores destacaron que al analizar las
estructuras biológicas con un microscopio era muy difícil diferenciar entre un
órgano sano y uno que había sido tratado con la tecnología OrganEx después de
la muerte: además de lograr restaurar la circulación sanguínea en todo el
cuerpo, los científicos creen que esta innovación puede recuperar la actividad
celular y el funcionamiento normal de la mayoría de los órganos.
De la misma forma que había sucedido en la investigación
anterior, los especialistas dirigidos por Nenad Sestan encontraron que la
actividad celular en algunas regiones del cerebro se había restaurado por
completo. Sin embargo, no lograron detectar la actividad eléctrica organizada
que indicaría la recuperación de la consciencia.
A pesar de esto, la observación de movimientos
musculares involuntarios y espontáneos en las áreas de la cabeza y el cuello en
los animales que participaron en el experimento indican la preservación de
ciertas funciones motoras. En consecuencia, el fluido desarrollado tendría la
capacidad de detener el proceso de deterioro de las células y los órganos del
cuerpo, que comienza minutos después de la muerte.
Para los científicos, la clave está en recuperar
determinadas funciones celulares en el cerebro muerto, un órgano especialmente
susceptible al suministro pobre o inadecuado de sangre. De conseguirse, los
investigadores creen que podría lograrse algo similar en la mayoría de los
órganos vitales y, además, recuperar tejidos dañados durante ataques cardíacos o
accidentes cerebrovasculares.
Referencia
Cellular recovery after prolonged warm ischaemia of
the whole body. Sestan, N., Andrijevic, D., Vrselja, Z., Lysyy, T. et al.
Nature (2022). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-022-05016-1
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