Extrañas ondas azules en la superficie de Marte son en realidad huellas del viento
Ondas de arena azul que parecen espolvorear el
paisaje marciano son en realidad dorsales eólicas transversales (TAR),
estructuras de tamaño intermedio que consisten en una arena formada por
partículas muy gruesas. Según la NASA, los colores de estas estructuras
sugieren procesos erosivos en curso y permiten apreciar la acción del viento
sobre el planeta rojo.
Una imagen obtenida por el Mars Reconnaissance
Orbiter de la NASA muestra un increíble paisaje de Marte, que nuevamente nos
vuelve a sorprender: en este caso, unas misteriosas formas azuladas que parecen
ondas son realmente la manifestación de un fenómeno eólico. Se trata de
gigantescas dunas de arena, que conforman crestas más grandes por la acción del
viento y se elevan hasta 10 metros por encima de su altura habitual. Se
localizan cerca del centro del cráter Gamboa, en el hemisferio norte de Marte.
Según una publicación de la agencia espacial
estadounidense, los diferentes colores que muestra la imagen marcan también la
dinámica de los procesos eólicos marcianos. Al parecer, las estructuras que se
mueven con mayor velocidad expulsan, al ser afectadas por el viento, las
partículas de arena más oscuras. Como consecuencia de esto, su brillo aumenta y
eso repercute en la tonalidad que muestran.
MOLDEADAS POR
EL VIENTO
Las formaciones más grandes y brillantes, que pueden
apreciarse en una configuración relativamente paralela, son las dorsales
eólicas o TAR. La manera en la que se mueven activamente bajo la fuerza del
viento y su tonalidad más brillante son características que pueden indicar cómo
soplaba el viento cuando se formaron y permiten conocer más detalles de su estructura,
que difiere notablemente con las dunas que se pueden apreciar en la Tierra.
De acuerdo a un estudio realizado sobre estas
extrañas formaciones y publicado en la revista Icarus, las diferencias en la distribución del tamaño
de los granos de arena pueden explicar las variantes en las formas de estas
“dunas” marcianas moldeadas por el viento, que los científicos también
denominan “lechos eólicos” o “cordilleras eólicas”, dependiendo de la forma que
presentan. En algunos casos, la indómita fuerza del viento genera crestas
sinuosas y cúpulas individuales de arena.
Según los investigadores, Marte alberga una amplia
variedad de formas de “lechos eólicos”, que reflejan el dominio del viento en
los procesos superficiales ecuatoriales y de latitudes medias. También brindan
pistas de gran importancia para comprender el transporte de sedimentos
marcianos por toda la extensión del planeta, ligado a otros fenómenos que se
observan en Marte y aún sorprenden a los científicos.
FORMAS ÚNICAS
Aunque las formas del paisaje en la Tierra y Marte
comparten muchas similitudes, algunas estructuras marcianas son relativamente
poco comunes en nuestro planeta, generando ambigüedades en nuestra comprensión
de su formación e inconsistencias en su descripción. Estas extrañas dunas
ondulantes de gruesa arena son uno de esos ejemplos: aunque en la Tierra se
observan fenómenos de este tipo en desiertos o áreas cercanas a los mares, la
tipología marciana es única debido a la manera en la que el viento modifica las
formas, las características de la arena y los efectos cromáticos creados.
Al parecer, los investigadores aún tienen un largo
camino por recorrer para comprender en profundidad el papel de estas
estructuras en Marte. En principio, hay pocos datos disponibles sobre el viento
marciano para entender a fondo las interacciones del mismo con la superficie y
el paisaje. Además, nuestro entendimiento del transporte eólico en Marte y de
la importancia del polvo en el desarrollo de las formas de estas “dunas” parece
incompleto. Para lograr un conocimiento más detallado, los investigadores
recomiendan la realización de observaciones eólicas específicas por parte de
futuras misiones orbitales y de superficie.
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