Gripe del tomate: qué es el contagioso virus que ha aparecido en la India
Con la mirada aún puesta en la pandemia del
coronavirus (cuyos datos indican que ha vuelto en España a niveles pre-ómicron)
y alertados por la viruela del mono (casi 20.000 casos en Europa), una nueva
enfermedad ha acaparado toda la atención.
Se trata de un nuevo virus conocido como gripe o
fiebre del tomate, y que ha aparecido en el estado de Kerala, en la India, con
una población de más de 34 millones de personas.
Según se ha publicado recientemente en la revista
médica británica The Lancet, “la infección viral se encuentra en un estado
endémico y se considera que no pone en peligro la vida; sin embargo, debido a
la experiencia de la pandemia de la COVID-19, es deseable una gestión vigilante
para evitar nuevos brotes”.
La afección se detectó por primera vez en el
distrito de Kollam de Kerala, el pasado mes de mayo. Hasta el 26 de julio de
2022, se han detectado 82 casos. Todos ellos, en niños menores de cinco años.
El virus ya se ha propagado a otras áreas de la India y, por ello, se “están
tomando medidas de prevención para controlar la propagación de la infección
viral”.
Aunque los síntomas de la gripe del tomate se
podrían confundir con el SARS-CoV-2, ya que ambos virus se presentan con fiebre
alta, fatiga y dolores corporales, no tiene ninguna relación con la COVID-19.
Aun así, la sintomatología se acerca mucho más a
otra enfermedad: la chikungunya. Un virus que se transmite a las personas a
través de la picadura de un mosquito infectado.
En ambas dolencias (también en el coronavirus), los
síntomas se inician con fiebre alta y dolor intenso en las articulaciones. Pero
tanto en la fiebre del tomate como en la chikungunya, también aparece una
erupción cutánea con ampollas rojas y dolorosas. Y de ahí, su nombre, ya que
las lesiones cutáneas “aumentan gradualmente hasta alcanzar el tamaño de un
tomate”.
Se llama así por las ampollas que aumentan hasta alcanzar
el tamaño de un tomate
Como ocurre en otras infecciones virales, otros
síntomas comunes son la fatiga, náuseas, diarrea y deshidratación. Como
comparte síntomas con otras enfermedades, se debe realizar pruebas moleculares
y serológicas para confirmar o descartar el contagio por gripe del tomate u
otra dolencia.
La gripe del tomate es muy contagiosa. Por tanto, se
deben aislar los casos confirmados, así como los sospechosos, de 5 a 7 días.
Tal y como destacan los autores en la investigación,
los doctores Vivek P Chavda, Kaushika Patel y Vasso Apostolopoulos, “los niños
corren un mayor riesgo de exposición a la gripe del tomate, ya que las
infecciones virales son comunes en este grupo de edad”. Pero no es la única
razón por la que casi un centenar de menores se han contagiado de esta
enfermedad.
El uso de pañales, contacto con superficies
contaminadas con el virus y el contacto cercano con infectados, son otras vías
que explican la propagación de la gripe del tomate. Así, las autoridades
sanitarias advierten que si no se controla y previene, podría propagarse a los
adultos, lo que supondría un grave problema de salud pública.
No hay vacunas ni medicamentos antivirales
disponibles para el tratamiento de la fiebre del tomate. La prevención es el
único remedio al alcance de los ciudadanos de las zonas afectadas por esta
infección viral que se ha extendido por la India.
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