Todos los cánidos sudamericanos vienen de una sola especie
La amplia
variedad de especies de cánidos que pueblan América del Sur evolucionó a partir
de una sola que ingresó al continente hace solo 3,5 o 4 millones de años.
Los
científicos habían asumido durante mucho tiempo que estas diversas especies
surgieron de múltiples antepasados. Pero un nuevo y sorprendente análisis
genómico dirigido por la UCLA (Universidad de California, Los Ángeles) revela
lo contrario.
El estudio
también muestra que algunas de las mutaciones genéticas clave que llevaron a la
rápida aparición de variaciones extremas en la altura, el tamaño y la dieta de
los cánidos sudamericanos se han introducido artificialmente a través de la
cría selectiva durante los últimos miles de años para producir la asombrosa
diversidad que se observa en un cánido más familiar: el perro doméstico.
La
investigación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences,
muestra la rapidez con la que las nuevas especies de carnívoros pueden
evolucionar y propagarse en entornos que carecen de competencia y ofrece
orientación para la conservación de los cánidos sudamericanos amenazados y en peligro
de extinción.
Diez
especies dentro de la familia de perros y lobos, conocidas como cánidos, viven
hoy en América del Sur. Siete son zorros y tres son más inusuales: el perro de
orejas cortas, el perro de monte y el lobo de crin.
Durante años, los científicos tenían una teoría
sobre cómo América del Sur se había convertido en el hogar de tantos tipos de
cánidos. El continente tenía muy pocos mamíferos placentarios y ningún cánido
ancestral, hasta que la franja volcánica de tierra conocida como el Istmo de
Panamá se elevó sobre el nivel del mar hace unos 3 millones de años, lo que
permitió el libre movimiento de animales entre continentes.
Esa es una ventana corta para que tantas especies
evolucionen a partir de un solo ancestro, por lo que los científicos asumieron
que múltiples especies de cánidos habían ingresado a través del istmo en
diferentes momentos, dando lugar a especies existentes y ahora extintas.
Para saber
cómo se relacionaron estas especies, hace cuánto tiempo y por qué mecanismos
genéticos divergieron, el estudiante de doctorado de UCLA Daniel Chavez, ahora
investigador postdoctoral en la Universidad Estatal de Arizona, y el profesor
de biología evolutiva de UCLA Robert Wayne secuenciaron 31 genomas que abarcan
las 10 especies de cánidos sudamericanas. Rastrearon las relaciones evolutivas
entre las especies estudiando las ubicaciones, la cantidad y los tipos de
mutaciones
.-
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