¿Qué es la misteriosa estructura submarina que hay junto al Titanic?
El misterio que durante 26 años ha traído de cabeza
a los científicos ha quedado al fin resuelto. Lo que yace junto al Titanic en
el fondo del mar, una estructura alargada en forma de colina a 2.900 metros de
profundidad, es una formación de origen volcánico. Inicialmente, se pensó
incluso que podía tratarse de otro barco hundido, pero nuevas investigaciones
realizadas in situ han aclarado su naturaleza.
En 1996, un equipo científico liderado por Paul
Herny Nargeolet detectó mediante señales de sónar una formación de origen
desconocido en la zona donde se hundió el Titanic a principios del siglo XX,
frente a las costas de Terranova (Canadá). Dos años más tarde, otro
oceanógrafo, Oisín Fanning, confirmó el hallazgo de esta estructura, por lo que
dicho elemento fue bautizado como Cresta de Nargeolet-Fanning.
Sin embargo,
no fue hasta este mismo verano cuando Nargeolet tuvo la ocasión de sumergirse
en el lugar y analizar personalmente esta colina submarina. Los resultados de
la exploración han sido publicados por la organización Oceangate Expeditions.
Según los resultados obtenidos, lo que hay junto al
Titanic no es sino una formación geológica formadas por rocas de origen
volcánico, posiblemente con base de basalto. En ella se han ido asentando
numerosas formas de vida, como corales, y se ha creado así un rico ecosistema
que no es nada habitual a tanta profundidad, según los científicos.
“No sabíamos
lo que descubriríamos. En el sonar, esto podría haber sido cualquier cosa,
incluida la posibilidad de que fuera otro naufragio. He estado buscando la
oportunidad de explorar este gran objeto que apareció en el sonar hace mucho
tiempo. Fue increíble explorar esta área y encontrar esta fascinante formación
volcánica llena de vida”, ha declarado Nargeolet en un comunicado.
Por su parte, el profesor y científico jefe de
OceanGate Expeditions, Steve W. Ross, ha declarado: “Estamos asombrados por la
diversidad y densidad de esponjas, corales de bambú, otros corales de agua fría,
langostas y peces que prosperan a 2.900 metros de profundidad en el Océano
Atlántico Norte”.
“Descubrir este ecosistema previamente desconocido
también brinda la oportunidad de hacer una comparación entre la biología marina
en el Titanic y sus alrededores. La variedad de formas de vida, la
concentración de vida y los ecosistemas en general pueden diferir entre el
arrecife artificial profundo que constituye el Titanic y este arrecife oceánico
natural recientemente descubierto. Las similitudes y diferencias nos ayudarán a
comprender mejor nuestros entornos de aguas profundas”, continúa Ross.
La existencia
de la biodiversidad detectada en la zona ha sido un agradable descubrimiento
para el equipo: “Los científicos siempre se han sorprendido por lo lejos que se
propagan las esponjas y los corales a través del océano. Ahora estamos
realizando simulaciones por computadora para comprender mejor este fenómeno y
también espero que estas áreas rocosas inexploradas sean fundamentales para
explicar cómo estos animales pueden dispersarse a través tan grandes distancias
por el lecho marino profundo y fangoso. Necesitamos compartir esta información
con la comunidad científica y las administraciones para asegurarnos de que estos
ecosistemas vulnerables reciban la atención y la protección que merecen”,
explica Murray Roberts, otro de los científicos participantes en la expedición.
Está previsto que los trabajos de investigación en
la zona, por parte de OceanGate Expeditions continúe en 2023 para continuar
desvelando los misterios de este sorprendente ecosistema submarino.
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