El perro doméstico más antiguo de Europa vivió en el País Vasco hace 17.000 años
El perro fue la primera especie domesticada por los
humanos. Pero el cuándo y el dónde aún sigue siendo motivo de debate. Y más
cuando de golpe saltan descubrimientos tan sorprendentes como el que les
contaremos a continuación y que descuadran todas las teorías habidas y por haber.
En el lejano 1985, una excavación dirigida por el
arqueólogo y antropólogo Jesús Altuna en la cueva de Erralla, en Zestoa
(Guipúzcoa), desenterró un húmero casi completo de un cánido, la familia de
mamíferos carnívoros que está integrada por los lobos, los zorros, los coyotes
y también los perros.
Por aquel entonces, nadie supo decir exactamente a
qué especie pertenecía el hueso. Pero análisis recientes realizados por el
grupo de Biología Evolutiva Humana de la Universidad del País Vasco han
permitido concluir que los restos óseos pertenecían a un perro doméstico que
vivió hace alrededor de 17.000 años, durante el Paleolítico.
Según explican los investigadores en un artículo
publicado en la revista Journal of Archaeological Science: Report, este es el
ejemplar de canis lupus familiaris más antiguo descubierto en toda Europa, lo
que hecho tambalearse todas las teorías sobre domesticación canina.
Algunos especialistas habían propuesto que la
mayoría de linajes de perros se remontan a los antiguos lobos europeos. Otros
autores, sin embargo, han sugerido un origen dual en Europa y Asia. “Las
propuestas más recientes sobre divergencia del linaje canino se sitúan entre
los 17.000 y los 10.000 años”, escriben los expertos vascos.
Los análisis genéticos sitúan la divergencia entre
ambas especies de cánidos un poco antes, hace entre 40.000 y 27.000 años. “Hay
que tener en cuenta, sin embargo, que las diferencias en el ADN no tienen por
qué coincidir con la domesticación”, señalan los científicos en el estudio
recién publicado.
De ahí que sean tan importantes los descubrimientos
de tumbas de humanos y perros, lo que señala un vínculo único entre ambas
especies. Los más antiguos, encontrados en Bonn-Oberkassel (Alemania), datan de
hace unos 14.000 años, durante el Magdaleniense Superior.
El análisis morfológico, radiométrico y genético del
perro de la cueva de Erralla, hallado a unos 10 kilómetros del Mar Cantábrico,
ha permitido descartar que el húmero perteneciera a un dole o perro salvaje
asiático (Cuon alpinus). Además, se ha podido determinar que comparte linaje
mitocondrial (que se hereda de la madre) con los pocos ejemplares
magdalenienses analizados. Y su origen está ligado a un periodo de clima frío
coincidiendo con el Último Máximo Glacial, ocurrido en Europa hace unos 20.000
años.
La datación del húmero de canis lupus familiaris
mediante carbono-14 y espectrometría de masas con acelerador de partículas le
da una edad de entre 17.410 y 17.096 años, lo que lo convierte en uno de los
perros domésticos más antiguos que ha existido hasta ahora en Europa.
"Estos resultados plantean la posibilidad de
que la domesticación del lobo se produjera antes de lo propuesto, al menos en
Europa occidental, donde la interacción de los cazadores-recolectores del
Paleolítico con especies salvajes como Canis lupus lupus pudo haberse
potenciado en zonas de refugio glacial (como la franja franco-cántabra) durante
este periodo de crisis climática”, concluye Conchi de la Rúa, jefa del grupo de
Biología Evolutiva Humana de la Universidad del País Vasco.
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