Más de 2.500 focas mueren en el Mar Caspio por falta de oxígeno
Algo extraño está sucediendo en el Mar Caspio, al
sur de Rusia, donde en las últimas semanas está produciéndose una sorprendente mortandad
de focas, que están pereciendo por cientos e incluso miles. Según los expertos,
la causa más probable podría ser la falta de oxígeno.
Alrededor de 2.500 focas o más han aparecido muertas
en esta región en las últimas semanas, según explicó este lunes un alto
funcionario ambiental ruso en declaraciones a la agencia AP. Zaur Gapizov,
director del Centro de Protección Ambiental del Caspio, afirmó que las focas
probablemente murieron hace unas semanas y que no había señales de que los
animales hubieran sido cazados o muertos después de quedar atrapados en redes
de pesca u otras situaciones análogas.
El Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente
de Rusia ha tomado muestras de los animales para establecer la causa de la
muerte, pero sospechan que la mortandad se debió a "causas
naturales". Svetlana Radionova, del Servicio Federal para la Supervisión
de los Recursos Naturales, explicó que la explicación más probable es la
hipoxia (falta de oxígeno), y agregó que los científicos están investigando si
estos bajos niveles de oxígeno podrían haber sido causados por las emisiones de
gas natural en el Mar Caspio.
La Agencia Federal de Pesca, que recolectó muestras
de la costa para la investigación, indicó que aún no habían detectado ningún
contaminante en sus muestras
El Mar Caspio tiene grandes reservas de gas natural
que están siendo sometidas a explotación comercial de forma cada vez más
intensa.
Radionova añadió a AP que una muerte masiva similar
de focas, unas 2.000, se registró en este área y en el vecino Azerbaiyán en
2000.
El número de focas en el Caspio se ha desplomado
drásticamente durante el siglo pasado. Sus poblaciones han pasado de alrededor
de un millón a solo 70.000 a lo largo del siglo XX, en gran parte debido a la
contaminación industrial y la caza.
Estos animales están adaptados a ambientes con poco
oxígeno, como son madrigueras, hábitats a gran altura o en las profundidades
del océano. Una investigación sobre las focas de Weddell descubrió que su bazo
muy grande es una ventaja en estos entornos con poco oxígeno.
"Este bazo contráctil es como un tanque de
oxígeno", señala un estudio sobre las adaptaciones de los mamíferos a la
hipoxia, "capaz de inyectar glóbulos rojos oxigenados en la circulación
sanguínea durante un buceo prolongado".
Sin embargo, siguen siendo vulnerables ante eventos
de muy bajo nivel de oxígeno, como sucede en ocasiones en el medio marino como
consecuencia de determinados procesos naturales o artificiales.
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