¿Sabes cuántos corazones tienen las jirafas?
Algunos pensarán que dado su gran altura las jirafas
poseen más de un corazón, pero esto no es cierto, la verdad es que las jirafas
tienen un solo corazón. Eso sí, debe ser lo suficientemente fuerte como para
bombear sangre a todo su extendido cuerpo. Solo imagina que la sangre debe de
ser transportada a lo largo de cinco metros y medio aproximadamente.
Además de un corazón un tanto particular respecto
los demás animales, también poseen otra característica distintiva que les
permite mantener un adecuado flujo sanguíneo hacia los distintos órganos y
extremidades. Si pensamos en una jirafa erguida, la presión sanguínea debe ser
lo suficientemente alta para que la sangre llegue al cerebro, ahora bien,
cuando la jirafa agacha la cabeza, si la presión se mantiene igual de elevada
podría reventar los vasos sanguíneos. Esto último se evita gracias a la
presencia de un retículo admirable, una red de vasos que se encuentran en el
cuello de la jirafa y que constituye un mecanismo para mantener la presión
sanguínea constante.
En todo momento, antes de que la sangre llegue al
cerebro, pasa por el retículo admirable, resulta que cuando el animal agacha la
cabeza, los vasos del retículo se llenan de sangre, impidiendo que llegue un
excesivo volumen al cerebro, mientras que cuando alzan la cabeza, esos vasos se
vacían para lograr alcanzar los órganos que se encuentran por encima.
Características
del corazón de las jirafas
Las jirafas tienen el sistema circulatorio más largo
entre los animales, por lo que deben generar el doble de presión sanguínea que
un mamífero normal para que la sangre pueda llegar al cerebro. Para que esto
sea posible, el corazón de las jirafas ha ido evolucionando y adaptándose a las
particularidades del animal, convirtiéndose en un potente músculo cardíaco que
bombea sangre con gran fuerza.
Algunas características del corazón de las jirafas
son:
• Puede
llegar a pesar más de 10 kg.
• Mide
cerca de 60 cm de largo.
• Tiene
paredes musculares muy gruesas, cerca de 7,5 cm de grosor.
• Tiene
un ventrículo izquierdo mucho más grande que el derecho, ya que es el
responsable de enviar la sangre hacia la parte superior.
Además de un corazón fuerte y un retículo admirable,
hay otras adaptaciones que permiten un adecuado flujo sanguíneo, como por
ejemplo:
• Las
jirafas tienen una gruesa capa de piel que neutraliza los efectos de la elevada
presión sanguínea, evitando que la sangre se acumule y se formen edemas.
• Los
vasos sanguíneos tienen paredes muy engrosadas para soportar el aumento de la
presión.
• A lo
largo de las arterias del cuello existen numerosos sensores que controlan la
presión sanguínea y pueden oportunamente activar mecanismos para contrarrestar
el aumento de presión cuando la jirafa baja la cabeza.
• Por
efecto de la gravedad, se esperaría que la sangre llegue a los órganos y extremidades
que están por debajo del corazón con una elevada presión, generando derrames en
los capilares. Pero eso no sucede, ya que las arterias que van del corazón
hacia las patas son cada vez de mayor diámetro y con paredes más gruesas,
impidiendo la acumulación de sangre y ayudando a mantener una presión adecuada.
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