El lago más grande de Europa acumula 600 toneladas de microplásticos
A primera vista, las aguas del lago Lemán, el más
grande de Europa Occidental, parecen inmaculadas, pero si se miran con un
microscopio se descubre que acumulan cerca de 600 toneladas de microplásticos.
Según la asociación suiza OceanEye, cada año se
vierten al lago 55 toneladas de plásticos contaminantes invisibles el ojo
humano, una cantidad equivalente al peso de setenta vacas suizas.
Los neumáticos producen la mayoría de estas pequeñas
partículas (30 toneladas), pero el resto de los microplásticos provienen de
envases, textiles y materiales de construcción.
Suiza y Francia comparten 156 kilómetros de costa
alrededor del Lemán, donde viven aproximadamente un millón de personas,
repartidas en ciudades como Ginebra o Lausana y en decenas de pequeñas
localidades que en verano aprovechan el lago como principal atractivo turístico
y convierten sus orillas en playas lacustres.
Los microplásticos afectan a quienes viven cerca del
lago
«La fauna y la flora son los primeros afectados por
los microplásticos», afirma en una entrevista con EFE la portavoz de OceanEye,
Laurianne Trimoulla, que advierte que muchos de los peces que ingieren estos
materiales contaminantes servirán después como alimento para los humanos.
La asociación no ha podido determinar si estos
microplásticos también se encuentran en el agua potable que consumen a diario
las familias que viven en la zona.
OceanEye alerta que esta situación no es exclusiva
del lago Lemán y puede ser mucho peor en otras partes del mundo donde las
instalaciones de gestión de residuos son menos eficientes que en Suiza.
En la imagen,
exposición sobre microplásticos en el lago Leman. EFE/Juan González
Una exposición titulada «Plastic Léman» -organizada
por OceanEye, el Museo Lemán de Nyon y el fotógrafo Nicolas Lieber en el Museo
de Historia Natural de Ginebra- pone el foco sobre cómo los microplásticos
están presentes en el agua que contaminan a lo largo de todo su curso, desde
los lagos alpinos hasta el océano, a través de los ríos.
En el lago Lemán, la concentración de fragmentos
plásticos es de 41,6 gramos por kilómetro cuadrado, una cantidad muy superior a
la que se calcula en el noreste del océano Atlántico.
Contaminación por plástico
Según OceanEye, cada año se producen en todo el
mundo 400 millones de toneladas de plásticos, un 8 % de la producción mundial
de petróleo.
La Organización de las Naciones Unidas estima que
este dato podría multiplicarse por cuatro en las próximas tres décadas, lo que
haría que, lejos de disminuir, la presencia de microplásticos en los espacios
de agua dulce aumente cada año.
En la exposición se aprecia que la contaminación es
mayor en los extremos del lago, donde residen más personas y donde el curso del
Ródano arrastra una mayor cantidad de residuos dentro y fuera del Lemán.
Cada suizo consume al año 125 kilogramos de
plástico, de los que desecha unos 90 kilos. Más de la mitad provienen de
embalajes y envoltorios.
Sólo Irlanda supera al país helvético como productor
de desechos plásticos y ambas sobrepasan la media de la Unión Europea por más
de 20 kilogramos por persona.
¿Hay soluciones?
En primer lugar, las personas, que deberían extremar
sus esfuerzos en reciclar y reutilizar, en la medida de lo posible, los
plásticos.
Por su parte, OceanEye pide a los políticos que
«cumplan con su trabajo y fortalezcan las normas que limitan el uso de
plásticos por parte de las empresas».
Precisamente las corporaciones son el tercer actor
implicado en este asunto y la oenegé les insta a que reduzcan el plástico que
utilizan en muchos de sus productos.
De sus acciones conjuntas depende el futuro de los
lagos y los ríos de todo el mundo, incluidas las aguas del lago más emblemático
de Suiza que corren el riesgo de enturbiarse para siempre.
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