Anfibios gigantes nadaban como cocodrilos hace 250 millones de años
Los rhinesúquidos, un grupo de anfibios gigantes que
fueron los principales depredadores en los ecosistemas de agua dulce hace más
de 250 millones de años, nadaban de forma parecida a los cocodrilos actuales,
según una investigación para la que se ha usado escaneo en 3D de superficies y
fotografía con drones.
El estudio se publica en la revista Plos One, en un
artículo firmado por científicos del Instituto de Paleontología Miquel
Crusafont (España), el Instituto de Estudios Evolutivos de la Universidad de
Witwatersrand (Sudáfrica), el Museo Sueco de Historia Natural en Estocolmo y el
Museo de Historia Natural de Londres.
La investigación analizó trazas fósiles en un
yacimiento que los investigadores denominan paleosuperficie Dave Green, en la
provincia de KwaZulu-Natal (Sudáfrica); los restos son del Pérmico tardío, con
una antigüedad aproximada de 255 millones de años.
Las rocas que componen la superficie Dave Green se
formaron por la compactación de los sedimentos de un lecho arenoso en una zona
de mareas o en el fondo de una laguna y conservan numerosas huellas fósiles,
incluidas huellas de animales tetrápodos (de cuatro patas) y rastros de
natación de peces, informa una nota del Miquel Crusafont.
Sin embargo, los rastros más espectaculares son
siete impresiones corporales y senderos de natación que el personal
investigador atribuye a un anfibio rhinesúquido de tamaño mediano (aproximadamente
de 1,9 metros de longitud).
Los rhinesúquidos (familia Rhinesuchidae) fueron un
exitoso grupo de anfibios tempranos. Eran animales de grandes dimensiones, con
algunas especies como "Uranocentrodon senekalensis" que alcanzaban
los 3 metros de largo.
En Suráfrica se han hallado abundantes restos de su
esqueleto en la cuenca del Karoo.
Lo que es menos habitual en el registro fósil es
encontrar sus huellas, que proporcionan información muy relevante sobre su
sistema de locomoción; hasta la fecha, la mayoría de las interpretaciones se
basaban en la morfología de su esqueleto y datos histológicos.
"Gracias a los métodos digitales que hemos
utilizado, como el escaneo en 3D de superficies y la fotografía con drones,
pudimos documentar con precisión la superficie con gran detalle", señala
Ashley Krüger.
El equipo produjo modelos en 3D de alta resolución
de las impresiones corporales mejor conservadas, que se usaron para tomar
medidas y que servirán para futuros estudios.
Las impresiones sugieren que los rhinesúquidos
mantenían sus patas pegadas al cuerpo mientras nadaban y la forma sinuosa de
algunos rastros respalda la hipótesis de que se propulsaban con un movimiento
subondulatorio continuo de la cola, de forma parecida a como lo hacen los cocodrilos
y salamandras actuales.
El trabajo confirma que antiguos anfibios de 2
metros nadaban como cocodrilos mucho antes de que existieran los verdaderos
cocodrilos.
"Este estudio nos permite llenar algunos huecos
en aspectos que desconocíamos de estos animales extintos", concluye el
principal autor, David Groenewald, actualmente en el Miquel Crusafont.
La paleosuperficie Dave Green recibe este nombre en
homenaje a Dave Green, aficionado a la paleontología que descubrió los rastros.
EFE
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