El ídolo de Shigir, la escultura de madera más antigua del mundo: 11.000 años
Fue encontrado por los buscadores de turberas en
enero de 1890 en la turbera de Shigir, en Rusia. Se cree que está tallado en
una sola pieza de madera de alerce; cubierto con patrones cuidadosamente
grabados y coronado con una estilizada cabeza humana.
¿Por qué ha
llegado a nuestros días una talla de madera?
Como dice el reciente estudio: «La madera
normalmente no dura… seguramente existieron muchas más pero no se conservan»
El conocido como Ídolo de Shigir, la única razón por
la que lo podemos contemplar a día de hoy es por las condiciones del lugar en
donde se encontró. El ídolo fue descubierto en varios fragmentos, en 1890, a
unos 4 metros bajo de la superficie de una turbera en Shigir, en la región de
Sverdlovsk de los Montes Urales, a unos 100 kilómetros de Ekaterimburgo. El
lodo de turba tiene poderosas propiedades antimicrobianas, permitiendo que la
madera pudiera conservarse perfectamente durante milenios.
No había arte rupestre en las inmediaciones, pero el
área había estado bajo investigación desde 1850 tras el descubrimiento de
artefactos prehistóricos en una mina de oro al aire libre. Encerrada en su
cómodo lecho de lodo, la estatua, ha sobrevivido incontables incendios
forestales, inundaciones y terremotos, así como el paso del mundo por la Edad
de Hielo. Nadie sabe lo que podría representar, aunque se identifica como una
especie de proto-tótem.
Tras su descubrimiento, se usaron los fragmentos
principales para reconstruir una figura de aproximadamente 2.8 metros de
altura. Luego, en 1914, el arqueólogo Vladimir Tolmachev sugirió incorporar
otros fragmentos encontrados aumentando su altura a 5,3 metros, y realizó una
serie de dibujos a escala en consecuencia. Más tarde, desgraciadamente, algunas
de estas piezas fueron destruidas accidentalmente, por lo que solo quedan los
dibujos de Tolmachev.
Tiene una cabeza y manos humanas claramente
reconocibles. Pero también está cubierto con marcas que parecen tener algún
simbolismo, algunos son patrones simples. Hay aproximadamente ocho rostros
diferentes tallados sobre la superficie de la madera, además de su cara.
La nueva
datación
Los arqueólogos rusos que lo habían examinado
durante el siglo pasado, sabían que era muy antiguo, pero nunca lograron
datarlo con exactitud. Sus estimaciones no iban más allá de un par de miles de
años. En 1997, otro equipo de científicos rusos utilizando datación por
radiocarbono, estimaron que la edad del objeto era de unos 9800 años.
Aquel cálculo resultó controvertido, entonces había
poca evidencia de que la humanidad de la última Edad de Hielo tuviera los
talentos artísticos y culturales necesarios para crear una simbología de tan
envergadura. Se creía que simplemente cazaban y se reproducían, como una
especia al borde de la supervivencia, más que de la vida. Para contrastar aquel
resultado el ídolo fue enviado a la Universidad de Göttingen, en Alemania,
desde su atmósfera cuidadosamente controlada en Rusia.
Es parte de la colección de arte prehistórico del
Museo de Historia de Ekaterimburgo, y desde 2003, se ha exhibido en un
sarcófago de cristal especialmente construido lleno de gas inerte.
Ahora un equipo de investigadores alemanes ha
completado el estudio más completo hasta la fecha sobre su datación. El
resultado, publicado en la revista científica Antiquity, determina que fue
talado y tallado hace unos 11.600 años. Eso es dos veces más viejo que las
estimaciones sobre la antigüedad de las pirámides de Egipto, incluso 6000 años
mayor que Stonehenge.
Debió haber sido tallado cerca del final de la
última Gran Edad de Hielo, convirtiéndolo en una de las primeras obras
monumentales conocidas más antiguas jamás realizadas por el hombre.
Los científicos rusos enviaron a Alemania, junto a
la pieza, muestras de de maderas y materiales que se habían recogido en la misma
zona de la turbera sometiéndolos a una lluvia de pruebas. Una de ellas, la
espectrometría de masas, fue la que desveló esa nueva datación: 11600 años.
¿Qué sugiere
esta escultura sobre los hombres prehistóricos?
En términos antropológicos, pertenecería al Holoceno
temprano, poco después de que la última Edad de Hielo alcanzara su punto
máximo. Lo peor había pasado, los bosques se estaban extendiendo, lagos y mares
estaban subiendo sus niveles. La tierra se estaban poniendo un poco más cálida.
“Los primeros cazadores-recolectores del Holoceno
claramente conocían formas de expresión artística más ricas y complejas de lo
que se creía anteriormente», escriben los autores del estudio.
Los viejos dibujos de la estatua, que datan de 1914,
que se realizaron cuando la estatua estaba en mejores condiciones, muestran lo
que parece ser una acumulación de cinco rostros en su superficie, algo que los
estudios en curso han confirmado y también aumentado en 3 más. El nuevo análisis
reveló varias caras incrustadas en los grabados. En total son 8 rostros tallados
sobre la figura de madera.
Thomas Terberger, coautor del estudio, dijo a
Science que la estatua es la muestra de que estos cazadores-recolectores habían
sido capaces de soportar los glaciares, el hielo, la nieve y el frío lo
suficientemente bien como para desarrollar además un arte ritual a esta escala.
¿Qué
significan los símbolos del ídolo de Shigir?
Lo que significan los símbolos del ídolo solo puede
suponerse, incluso llamarlo «ídolo» es arriesgado, técnicamente hablando.
Sencillamente no se conoce la forma de pensar de nuestros antepasados de la
Edad de Hielo. Pero esta es una de las mejores pistas que tenemos hasta ahora.
Con el final de esa época, las pinturas rupestres y las tallas de animales
realistas dejaron de crearse y nuevos patrones, con más simbolismo y difíciles
de interpretar comienzan a emerger.
«La ubicación vertical de las caras podría indicar
la presencia de una jerarquía interna entre las imágenes, o una secuencia de
eventos», dice el estudio. El Ídolo Shigir ofrece potencial para una mejor
comprensión del mundo de los primeros cazadores-recolectores de la zona
forestal de Eurasia.
El coautor del estudio, Mikhail Zhilin —de la
Academia Rusa de Ciencias en Moscú—, cree que el ídolo podría representar a
espíritus del bosque local. Los patrones de zigzag podrían ser una advertencia
de «¡Fuera!» Para marcar un espacio peligroso o sagrado.
«Tenemos que concluir que los cazadores-recolectores
tenían rituales complejos y expresión de ideas. El ritual no comienza con el
hombre agricultuor, sino con los cazadores-recolectores», dice Terberger.
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