Hormigas carnívoras gigantes desafían a los científicos
Fósiles de enormes hormigas del
tamaño de un colibrí hallados en América del Norte ponen patas para arriba las
teorías científicas sobre el tamaño de los insectos y cómo ocurrió la
dispersión de animales y plantas en el hemisferio norte hace unos 50 millones
de años, durante las llamadas antiguas migraciones del Ártico, e incluso
plantean dudas sobre si hubo breves intervalos de calentamiento global.
Científicos de la Universidad
Simon Fraser, en Canadá, han descubierto el primer espécimen canadiense de la
extinta hormiga Titanomyrma, cuya especie más grande alcanzaba una masa
corporal de más de 5 centímetros, disponiendo además de alas que se extendían
hasta los 16 centímetros. Otros fósiles del enorme insecto carnívoro habían
sido hallados previamente en Estados Unidos, Alemania e Inglaterra.
Según explicó en una nota de
prensa el paleontólogo Bruce Archibald, autor principal del nuevo estudio, “el
nuevo fósil y los otros restos hallados en ambos continentes pertenecen a
épocas similares. Esto plantea la pregunta de cómo estos antiguos insectos
viajaron entre continentes para aparecer en ambos lados del Atlántico casi al
mismo tiempo”, destacó. La investigación ha sido publicada recientemente en la
revista The Canadian Entomologist.
Durante el Eoceno, hace
aproximadamente 50 millones de años, se produjeron las denominadas migraciones
del Ártico, en las cuales una serie de especies animales y vegetales se
redistribuyeron por todo el hemisferio norte, en búsqueda de las mejores
condiciones climáticas. En ese momento, las actuales Europa y América del Norte
estaban conectadas a través del puente terrestre de Bering, que unía Rusia con
Alaska. Los procesos de deriva continental impedían una mayor expansión del
Océano Atlántico Norte, imprescindible para separar a ambos continentes por
completo.
Se sabe que las hormigas más
voluminosas en la actualidad se encuentran en las zonas tropicales, dado que
las altas temperaturas favorecen su desarrollo. Algo similar habría sucedido
con la antigua variedad de hormigas gigantes Titanomyrma: habrían migrado a
través del Ártico desde Europa a América del Norte, buscando temperaturas más
elevadas, pero algunos datos y elementos parecen no coincidir en torno a esta
idea.
En principio, el frío puente
terrestre de Bering no tenía las condiciones de confort climático que requerían
las hormigas gigantes para cruzar, más allá de que entonces el Ártico era mucho
más cálido que hoy. En consecuencia, los científicos creen que tendrían que
haber reducido su tamaño a través de largos procesos evolutivos, porque una
menor masa corporal habría incrementado su capacidad de supervivencia en
ambientes poco favorables.
Sin embargo, tanto el nuevo fósil
descubierto en Columbia Británica, Canadá, como otros ejemplares hallados en
Estados Unidos, Alemania e Inglaterra mantienen las mismas proporciones
corporales y pertenecen al mismo período histórico. De esta manera, una de las
hipótesis indicaría que durante las migraciones del Ártico se habrían producido
breves períodos de calentamiento global, denominados "hipertermales",
que algunas especies habrían aprovechado para trasladarse desde un punto a otro
del hemisferio norte.
Al mismo tiempo, el hallazgo
plantea dudas en torno a si el conocimiento establecido sobre el tamaño de los
insectos y su capacidad para soportar las temperaturas más extremas es el
correcto o si, por el contrario, debería revisarse. Además, el nuevo ejemplar
descubierto se encuentra distorsionado por la presión geológica durante la
fosilización, por lo que no se puede establecer su verdadero tamaño natural.
..
Comentarios
Publicar un comentario