Una medición de la NASA derrumba un mito sobre las vacas argentinas
La Argentina es uno de los pocos países del mundo
con balance positivo de carbono, según se desprende de un estudio publicado en
Earth System Science Data que utilizó mediciones realizadas por la misión
Orbiting Carbon Observatory-2 (OCO-2) de la NASA.
Según se observa en un mapa, que muestra las
emisiones y absorciones netas medias de dióxido de carbono de 2015 a 2020
utilizando estimaciones basadas en las mediciones del satélite OCO-2 de la
NASA, la Argentina está en un selecto listado de países con balance positivo de
carbono.
El mapa fue analizado por Adrián Bifaretti y Eugenia
Brusca, del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), que
concluyeron que la ganadería argentina no contamina el medio ambiente y ofrece
oportunidades.
“Durante años
se utilizaron enfoques tradicionales en la medición del dióxido de carbono
basado en el recuento y la estimación de la cantidad de dióxido de carbono que
se emite en todos los sectores de una economía, como el transporte y la
agricultura. Estos permitían evaluar los avances en los esfuerzos de reducción
de emisiones. Pero su elaboración deja de lado una parte más que importante de
la historia: la incorporación del dióxido de carbono al suelo”, dijeron los
expertos.
Luego consignaron que el estudio publicado en Earth
System Science Data “ofrece una nueva perspectiva al hacer un seguimiento tanto
de las emisiones de combustibles fósiles como de los cambios totales en las
reservas de carbono de los ecosistemas, incluidos árboles, arbustos y suelos”.
“Los datos son especialmente útiles para
seguir las fluctuaciones de dióxido de carbono relacionadas con el cambio de la
cubierta terrestre. Aunque la misión OCO-2 no se diseñó específicamente para
calcular las emisiones de los distintos países, los resultados de los más de
100 países llegan en un momento oportuno”, detallaron Bifaretti y Brusca.
En este contexto, remarcaron que “el hallazgo es que
la Argentina es uno de los pocos países que aparece con balance positivo (color
verde) debido a la captura de carbono en las tierras de pastoreo (bosques,
arbustales, pastizales, etc.)”.
Después, los especialistas explicaron cómo ocurre el
proceso. “El proceso se da a través del consumo de las vacas quienes se alimentan
mayoritariamente en nuestro país de las pasturas y pastos naturales. Estos
recursos forrajeros han tomado del aire el dióxido de carbono como parte del
ecosistema natural a través de la fotosíntesis. Las vacas digieren el carbono
del pasto eliminando metano a la atmósfera. Pero el metano que ellas emiten
está “hecho” en base al carbono del pasto que consumieron y su duración es de
entre 10 a 12 años en la atmósfera. Luego de ese tiempo el metano se transforma
en agua y dióxido de carbono. El que es absorbido naturalmente a través de la
fotosíntesis por las pasturas y pastos naturales. Y es así como el ciclo se
repite una y otra vez. Es naturaleza pura”, subrayaron.
Y agregaron: “El color verde del mapa elaborado con
datos de la NASA encaja perfectamente con los sistemas de producción de carne
de nuestro país, ya que comparando con otras ganaderías más industriales e
intensivas propias como las que tienen lugar en otros países del mundo,
nuestras vacas pastan en prácticamente todo el territorio y sus sustentos
alimenticios se caracterizan por una baja utilización de insumos, agroquímicos
y fertilizantes químicos”.
Para los autores, con la información revelada no se
puede seguir culpando a la ganadería “como una de las causantes del
calentamiento global y cambio climático”. Por ello, remarcaron: ¡La carne no es
la culpable sino la solución para cuidar el planeta en que habitamos!”
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