¿Por qué hay metano en Marte?
En Marte hay metano, un gas incoloro, inflamable y
no tóxico, que en la Tierra se produce de forma natural a través de la
descomposición de la materia orgánica.
Pero, ¿cuál es el misterio con el metano en el planeta rojo? ¿Por qué
hay instrumentos científicos que están registrando ese gas y otros no? ¿Cómo
puede aparecer por la noche y desaparecer por el día?
Un grupo de investigadores liderado por Jorge
Pla-García, investigador del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), ha
presentado una hipótesis de lo que puede estar ocurriendo sobre el suelo marciano
que explicaría este enigma.
Por un lado, el rover Curiosity de la NASA ha
detectado repetidamente metano justo encima de la superficie del cráter Gale.
Pero el ExoMars Trace Gas Orbiter (TGO) de la Agencia Espacial Europea (ESA) no
detecta este gas en capas medias y altas de la atmósfera de Marte. Lo esperado
sería que ambos instrumentos científicos hubieran registrado una pequeña
cantidad de metano en todas partes en el planeta rojo.
El satélite TGO mide los constituyentes del aire de
Marte mirando a través de la atmósfera hacia el Sol. El satélite TGO mide los
constituyentes del aire de Marte mirando a través de la atmósfera hacia el
Sol.. ESA
El equipo de trabajo de los investigadores del
Centro de Astrobiología ha comparado los datos sobre la presencia de metano en
el cráter Gale y los obtenidos por el rover Curiosity de NASA, con experimentos
de transporte atmosférico basados en el Sistema de Modelado Atmosférico
Regional de Marte (MRAMS) -un modelo meteorológico de alta resolución- y han
presentado sus conclusiones que apuntan a un fenómeno geológico, no biológico.
Han descubierto que el Curiosity solo detecta metano
en suelo por la noche. Por las mañanas, el metano desaparece y ya no lo
registra, como tampoco lo hace el ExoMars Trace Gas Orbiter (TGO), que está en
órbita y solo mide por las mañanas.
Entonces, ¿qué es lo que está ocurriedo en la
superficie de Marte por las noche? Jorge Pla-García, nos explica, que han
trabajado con la hipótesis de que el metano se libera de lo que serían unas
pequeñas chimenas desde el suelo, "unas pequeñas fracturas en el suelo que
liberan metano en un proceso geológico, pequeñas fracturas en unos hielos que
se derriten y podrían estar liberado ese gas".
"Nuestro modelo metereológico lo que ve es que
por la noche hay unos vientos de ladera que descienden a través de los bordes
del cráter que retienen el metano cerca de su fuente de emisión, por eso el
Curiosity lo detecta. Por el día, esos vientos se dan la vuelta y empiezan a
ascender por los bordes del cráter llevándose el metano fuera. Por ello, por el
día no sería detectado ni por el suelo por el Curosity, ni por el TGO en
órbita", señala el investigador.
El escenario más plausible para reconciliar las
observaciones del rover y la sonda en órbita con las simulaciones
metereológicas de MRAMS es una emisión continua de metano dentro del cráter
Gale con la fuente situada en las cercanías del rover.
Pero también sería necesario un proceso de
rapidísima destrucción de metano cerca del suelo, que impidiera que el gas se
transportase a las capas medias/altas de la atmósfera y explique que no sea
detectado por las sondas en órbita.
“Ese
desconocido mecanismo de destrucción del metano cerca del suelo reconciliaría
las medidas del Curiosity con nuestras simulaciones y explicaría que la misión
TGO de la ESA (en órbita de Marte) no detectara metano por encima de los 3 km
de altitud”, concluye Pla-García.
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