Astrónomos observan el macabro futuro de la Tierra
Siempre hemos dicho que los telescopios son máquinas
del tiempo. Artefactos casi místicos que no solo nos permiten observar en la
distancia, sino hacia el pasado. La luz se toma un tiempo para llegar de los
confines del cosmos hasta nosotros y, por lo tanto, la imagen que nos llega es,
en cierto modo, un fragmento del pasado. No obstante, parece que esta vez la
máquina ha funcionado en el sentido opuesto y, en lugar de mostrarnos el
pasado, nos ha enseñado un macabro episodio de nuestro futuro. Un grupo de
astrónomos ha observado, en cierto modo, cómo desaparecerá la Tierra, engullida
por el Sol. O, mejor dicho, ha visto un caso similar a 13000 años luz de aquí.
El evento en cuestión ha recibido el nombre de ZTF
SLRN-2020 y, aunque no es idéntico a lo que nos sucederá a nosotros, es el caso
más parecido que hemos podido contemplar. De hecho, es el único que hemos
logrado “observar” en directo. Hasta ahora, solo habíamos encontrado “rastros”,
consecuencias a partir de las que deducir que una estrella había devorado a sus
planetas. Por ejemplo: los restos de una estrella o la “cáscara” de un planeta.
Esta nueva investigación aporta algo inédito, por lo tanto, pruebas directas de
cómo una estrella algo más grande que el Sol, durante sus últimos días de
gloria, engulle los plantas que la rondan.
Como decíamos, el planeta en cuestión no es, ni
mucho menos, un gemelo de nuestra Tierra. De hecho, es bastante más grande que
nuestro hogar. Su masa está más próxima a la de Júpiter, al menos en el margen
inferior de la horquilla, porque en el caso más extremo, estamos hablando de un
planeta 10 veces más masivo que nuestro gigante gaseoso por excelencia. Eso
sería un planeta con 3000 veces la masa de la Tierra. En cuanto a la estrella,
sí que ronda la masa de nuestro Sol y, aunque el margen de error es bastante
razonable, no podemos olvidar que va de las 0,8 masas solares hasta las 1,5. En
cualquier caso, tiene un tamaño sobradamente cercano al nuestro como para que
nos espere el mismo destino. Y es que, en función de la masa de las estrellas,
estas mueren de una forma u otra. No todas terminan como un agujero negro y,
algunas, como nuestro Sol, se hinchan justo antes de morir.
Todo lo que sabemos sobre evolución estelar nos dice
que, posiblemente, nos acabe pasando lo mismo. Aunque no debemos alarmarnos,
porque no ocurrirá mañana ni pasado mañana. Ni siquiera durante la vida de
nuestros tataranietos. Si todo sigue el desarrollo esperado, el Sol morirá dentro
de 5.000 millones de años. Para ponernos en contexto, la Tierra lleva
existiendo 4.500 millones de años. En cualquier caso, se calcula que, llegado
el momento, las reacciones nucleares del interior del Sol y la gravedad, que
hasta ahora mantienen un pulso casi perfecto, se desequilibrarán y la estrella
se expandirá hasta engullir a los planetas más internos de nuestro sistema
solar, esto es: Mercurio, Venus y la Tierra. Posiblemente, Marte se salve, pero
no podemos saberlo con total seguridad.
En este caso, el evento duró 100 días. Algo más de
tres meses, pero no porque durara todo eso el “engullimiento”, sino por el
estallido que produjo. La energía liberada brotó durante todo ese tiempo. El
material expulsado equivalía a 33 masas terrestres de hidrógeno y apenas una
centésima parte de polvo. Es más, lo que hemos podido detectar ha sido esta luz
emitida durante 100 días y, los encargados de recogerla han sido Gemini Sur,
una mitad del Observatorio Internacional Gemini, operado por el NOIRLab de la
NSF.
Esta investigación no solo supone un hito en el
mundo de la astrofísica, sino que nos ayudará a operar mejor con nuestros
telescopios para captar más eventos como estos y, por lo tanto, comprender
mejor la manera en que mueren algunas estrellas y, por lo tanto, los planetas
que las rodean. Por suerte o por desgracia, no podremos ver el final de nuestro
planeta hasta que ocurra, si es que seguimos ahí. Esto es solo un evento
relacionado que arroja luz (nunca mejor dicho) sobre la naturaleza de nuestras
estrellas y el futuro de los sistemas solares que las rodean.
.-
Comentarios
Publicar un comentario