El templo maya de Kinich Ahau ofrece un fenómeno astronómico único en el mundo
La zona arqueológica de Kankí, ubicada a 48
kilómetros de la ciudad de Campeche, en el sur de México, guarda el Templo de
Kinich Ahau, donde dos veces al año se registra un fenómeno arqueoastronómico
con la "presencia" de Kin, el Dios Sol de los mayas.
“Kinich Ahau significa Señor ojos de Sol en lengua
maya y eso es precisamente lo que se refleja en la Crestería de la Estructura
número 2 del grupo principal de Kankí”, dijo a EFE el arqueólogo descubridor
del fenómeno solar, Florentino García Cruz.
El fenómeno arqueoastronómico, que se reveló en 2000
durante el Encuentro Internacional de Investigadores de la Cultura Maya que
organiza la Universidad de Campeche, “causó impacto porque cuando el astro se
alinea se observa perfectamente el rostro del Dios Sol de los mayas”.
“El juego de luz y sombra que se registra en el
Mascarón que está en la parte alta del Templo de Kinich Ahau, refleja a la
perfección el rostro de un anciano de grandes ojos estrábicos y mandíbulas
desdentadas”, explicó el especialista.
García Cruz añadió que los ojos estrábicos en los
mayas eran símbolo de belleza entre la élite porque “no cualquiera podía tener
ese rasgo que correspondía al dios Kin”
La mayoría de los edificios prehispánicos de la
península de Yucatán, cuyos habitantes rendían culto a Kin, tiene ventanas que
cuando se posa el Sol asemejan el rostro del astro rey con ojos estrábicos.
El significado de la llegada de Kin al Templo del
Kinich Ahau, que se registra el 1, 2 y 3 de mayo tiene un significado agrícola:
marca el inicio de la temporada de lluvias.
“Es una especie de ceremonia en la que los mayas
despedían a Kin y daban paso a Chaac, el Dios maya de las lluvias que llegaba
para dar vida a los cultivos”, agregó el investigador.
García Cruz, quien durante años investigó la zona
arqueológica de Kankí que el estadounidense Harry Pollock visitó en 1940, dijo
que el sitio cautivará a los visitantes del Tren Maya, “está casi virgen y el
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no cobra el acceso, solo
cuida el patrimonio”.
El Premio Nobel de Mayor y Queloz ha recordado a los
suizos que el país está a la vanguardia de la investigación y la exploración
espacial.
El sitio cuenta con palacios, templos ceremoniales y
habitaciones que pertenecieron a sacerdotes, escribas o artistas, “pero están en
ruinas, ya fueron saqueadas”.
“El Templo de Kinich Ahau que tiene unos siete
metros de altura está de pie, pero en las entradas de abajo están bloqueadas
por el derrumbe de edificios aledaños”, agregó.
Informó que el sitio alcanzó un grado alto de
desarrollo en las ciencias, astronomía, artes y cuidado del medio ambiente en
el Clásico Tardío (600 al 900 d.C.) y Clásico Terminal (900 al 1.200 d.C.).
Algunos edificios sobresalen entre los derrumbes y
árboles mostrando su estilo Proto Puuc, Puuc y Petén, cuya arquitectura muestra
arcos falsos, espacios abovedados amplios que el visitante podrá conocer.
Algunos edificios aún conservan la decoración y otras
muestran una mampostería cubierta de piedra perfectamente labradas,
seleccionados por los mayas prehispánicos por su textura y color. EFE
..
Comentarios
Publicar un comentario