Hallan un exoplaneta de 2.000 grados Celsius y metal vaporizado de atmósfera a 600 años luz
Los astrónomos han estudiado un planeta extraño, hinchado y abrasador ubicado a 600 años luz de distancia, y han visto elementos que normalmente formarían rocas, pero son tan calientes que se han vaporizado en la atmósfera.
El planeta, llamado WASP-76b, tiene alrededor de la
masa de Júpiter, pero orbita su estrella 12 veces más cerca que Mercurio del
sol. Al estar tan cerca, su atmósfera se calienta a unos abrasadores 2.000
grados centígrados, lo que hace que se hinche hasta un tamaño grande que es
seis veces el volumen de Júpiter. Estas altas temperaturas también dan a los
astrónomos la oportunidad de observar elementos que normalmente serían
difíciles de identificar en la atmósfera de un gigante gaseoso.
Esta impresión artística ilustra cómo los astrónomos
que utilizan el telescopio Gemini Norte, la mitad del Observatorio
Internacional Gemini operado por NOIRLab de NSF, han realizado múltiples
detecciones de elementos formadores de rocas en la atmósfera de un exoplaneta
del tamaño de Júpiter, WASP-76b. El llamado "Júpiter caliente" está
peligrosamente cerca de su estrella anfitriona, que está calentando la
atmósfera del planeta a temperaturas asombrosas y vaporizando elementos
formadores de rocas como magnesio, calcio y hierro, proporcionando información
sobre cómo se formó nuestro propio Sistema Solar.
Los investigadores encontraron una serie de
elementos que generalmente formarían rocas, como magnesio, calcio y níquel.
Pero debido a las temperaturas extremas, estos elementos están en forma de gas
en WASP-76b. En total, los investigadores identificaron 11 elementos, incluidos
aquellos que se cree que están presentes en gigantes gaseosos como Júpiter y
Saturno, pero cuyas concentraciones no se han medido.
Eso significa que al estudiar este planeta
excepcionalmente caliente, podemos aprender algo nuevo sobre otros gigantes
gaseosos. «Verdaderamente raros son los momentos en que un exoplaneta a cientos
de años luz de distancia puede enseñarnos algo que de otro modo probablemente
sería imposible saber sobre nuestro propio sistema solar», dijo el investigador
principal Stefan Pelletier de la Universidad de Montreal en un comunicado. «Ese
es el caso con este estudio».
Una teoría sugerida por los datos es que este
planeta puede en algún momento de su historia haberse tragado un planeta más
pequeño, que era más parecido a Mercurio. El mercurio está compuesto de
compuestos metálicos y silicato, a diferencia del helio y el hidrógeno que componen
los gigantes gaseosos.
Y otro hallazgo intrigante aquí fue la primera
detección en un exoplaneta de óxido de vanadio, un compuesto que puede tener un
impacto significativo en las atmósferas de exoplanetas. «Esta molécula es de
gran interés para los astrónomos porque puede tener un gran impacto en la
estructura atmosférica de los planetas gigantes calientes», dijo Pelletier.
«Esta molécula juega un papel similar al ozono que es extremadamente eficiente
para calentar la atmósfera superior de la Tierra.
La investigación se publica en la revista Nature.
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