Reptiles marinos de cuello largo fueron decapitados por sus depredadores durante la era de los dinosaurios
Paleontólogos del Museo Estatal de Historia Natural
Stuttgart (SMNS) y el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP)
han descrito la primera evidencia fósil de ataques mortales de depredadores
dirigidos a los largos cuellos del reptil marino del Triásico Tanystropheus. En
los dos especímenes estudiados el cuello está completamente cercenado. El
hallazgo ha sido publicado en la revista Current Biology.
Muchos linajes diferentes de reptiles marinos que
vivieron antes y durante la era de los dinosaurios poseían cuellos
extremadamente largos, a menudo más del doble de la longitud de su cuerpo. Esta
particular morfología corporal incluso parece que inspiró la leyenda de
"Nessie", el monstruo del lago Ness. Durante más de 200 años, los
paleontólogos han especulado sobre si estos reptiles marinos de cuello largo
eran especialmente vulnerables al ataque de grandes depredadores, pero no se
habían encontrado fósiles que respaldasen esta idea. Hasta ahora.
Los paleontólogos Stephan Spiekman (del Museo
Estatal de Historia Natural de Stuttgart, SMNS) y Eudald Mujal (del SMNS e
investigador asociado al Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont,
ICP) dieron con dos ejemplares fósiles del reptil marino del Triásico
Tanystropheus, de una antigüedad 242 millones de años. Observaron que los
cuellos de estos dos animales estaban completamente separados del cuerpo y
mostraban marcas haber sido mordidos por depredadores. Estos fósiles
representan la primera evidencia clara que a pesar del enorme éxito evolutivo
de estos largos cuellos —frecuentes en muchas especies de reptiles marinos—
esta particularidad anatómica también era un punto débil que los hacía
vulnerables. La investigación ha sido publicada hoy en la revista Current
Biology.
“De las diversas formas de reptiles marinos,
Tanystropheus es quizás uno de los ejemplos más extraños: tenía un cuello tres
veces más largo que su torso, pero con solo 13 vértebras extremadamente
alargadas. Esto hacía que su cuello fuera particularmente largo, delgado y
rígido. Lo más probable es que lo utilizara para atrapar a sus presas mediante
una estrategia de emboscada”, explica Spiekman, experto en reptiles triásicos y
coautor del artículo de investigación. Se conocen dos especies Tanystropheus de
hace 242 millones de años que vivieron en un mar poco profundo en la frontera
entre lo que ahora es Suiza e Italia. Una de las especies no medía más de 1,5
metros de largo y probablemente se alimentaba de crustáceos y otros
invertebrados. La otra especie podía alcanzar los 6 metros de largo y se
alimentaba de peces y cefalópodos.
Encontrar evidencias de interacciones
depredador-presa en el registro fósil es muy excepcional. "Los fósiles que hemos estudiado son una
evidencia directa de decapitación por depredación en reptiles marinos de cuello
largo. Los especímenes representan las dos especies de Tanystropheus y, en
ambos casos el cuello fue cercenado por completo”, comenta Eudald Mujal,
coautor del estudio y especialista en tafonomía y en interacciones tróficas.
“El tipo de fractura abrupta de los huesos junto con la disposición marcas de
mordedura sugieren que los cuellos fueron seccionados de un solo mordisco”,
explica el investigador. El hecho que
estas lesiones se hayan documentado en ejemplares de especies distintas sugiere
que el cuello largo podía representar una debilidad funcional en este grupo de
animales en ciertas ocasiones.
Cráneo y cuello de la especie grande de
Tanystropheus (Tanystropheus hydroides). El espécimen se encuentra en el
Instituto Paleontológico de la Universidad de Zúrich, en Suiza. (Stephan
Spiekman)
La ausencia del cuerpo en ambos especímenes sugiere
que los depredadores que los cazaron probablemente se alimentaron de él,
dejando de lado el cuello y la cabeza. La excelente conservación de los restos
y la falta de marcas de mordeduras permiten descartar que los animales fueran
pasto de los carroñeros sino al contrario, que fueron cazados de forma activa.
“La especie pequeña de Tanystropheus podría haber sido decapitada por distintos
depredadores, desde un gran pez a otro reptil marino. En cambio, para la
especie grande hay menos candidatos posibles”, explica Spiekman. Los
investigadores sospechan de Nothosaurus giganteus, un ancestro de gran tamaño
de los plesiosauros como responsable de su muerte.
Los paleontólogos Eudald Mujal (izquierda) y Stephan
Spiekman (derecha), en las reservas del Museo de Historia Natural de Stuttgart.
(Liliana Reinöhl / © SMNS)
Tanystropheus fue una especie con un relativo éxito
evolutivo. Vivió durante al menos 10 millones de años y se han encontrado
restos fósiles en Europa, Oriente Medio, China, América del Norte y
posiblemente América del Sur. Los fósiles empleados en el estudio provienen del
yacimiento Monte San Giorgio, cerca de la frontera entre Suiza e Italia y
rodeado por el norte por el lago Lugano. Es uno de los yacimientos más
importantes de fósiles marinos del Triásico Medio y ha sido designado
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los fósiles de Tanystropheus se
encuentran depositados en la Universidad de Zurich.
Imatge principal: Recreación de un ejemplar de
Tanystropheus siendo atacado por Nothosaurus giganteus uno de sus posibles
depredadores. (Roc Olivé / © Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont.
Con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología –
Ministerio de Economía, Industria y Competitividad).
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