Un lince reintroducido en Murcia muere por la ingesta de plástico
Ocurrió el pasado 8 de junio. Tiko, un lince ibérico que había sido reintroducido en el medio natural en Lorca (Murcia) en el marco de un proyecto europeo para la recuperación de la especie, apareció muerto en las proximidades de la pedanía de El Consejero. Empezó entonces un trabajo por parte de los veterinarios para dar con las causas de su fallecimiento. ¿Qué había podido ocurrir?
Las conclusiones acaban de hacerse públicas. Tiko falleció a causa
de la ingesta de plásticos. En concreto, el animal tenía en su estómago 122
gramos de goma plástica y otros 21 en el duodeno, así como un trozo de cordón
de espuma. Toda esa cantidad de basura le había provocado una peritonitis
asociada a una úlcera gástrica y una pérdida de peso severa.
Tiko no era el único lince que formaba parte del proyecto. Junto a
él se reintrodujeron el año pasado otros siete ejemplares en el medio natural.
Y aunque todos ellos llevaban dispositivos de localización GPS, no siempre es
suficiente. De hecho, el aparato que llevaba otro de los linces, Torrealvilla,
apareció hace 48 horas a escasos metros de la autovía que va de Puerto
Lumbreras al municipio almeriense de Vélez Rubio. La Guardia Civil sigue
buscando su rastro en las inmediaciones, hasta ahora sin éxito.
La reintroducción de linces en el medio natural se ha llevado a
cabo con éxito en varias zonas de España. En el caso de Tiko y sus siete
compañeros, el proyecto forma parte del programa transnacional Lynxconnect, que
se lleva a cabo de manera conjunta en España y Portugal, y que cuenta con
financiación de la Unión Europea. Su objetivo es conectar todos los núcleos de
población de esta especie creando nuevas áreas de presencia en zonas
intermedias, así como establecer nuevos núcleos con el fin de que la población
global sea autosostenible.
Un animal único
El lince es un animal muy especial. Sólo existen cuatro especies
en todo el planeta: el Lince Canadiense, que vive en el país norteamericano. El
Lince Rojo o Bobcat, cuya población se distribuye entre Estados Unidos y
México. El Lince Euroasiático o Boreal, que habita en los bosques europeos y
siberianos, y el lince ibérico (Lynx pardinus), cuyo hábitat se restringe a la
península.
Hasta el siglo XIX, el lince ibérico estaba muy presente en toda
la geografía peninsular, e incluso en el sur de Francia. Sin embargo, con el
siglo XX su población comenzó a menguar de forma drástica hasta que en 1986 fue
declarado en peligro de extinción. En 2002, su situación pasó a la categoría
peligro crítico, convirtiéndose en el único felino clasificado como tal en todo
el mundo.
Poco a poco, los proyectos de reintroducción han conseguido
incrementar ligeramente el número de individuos, lo que llevó a que en 2015
volviera a recuperar el estatus anterior de especie en peligro. Actualmente, y
según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto
Demográfico, existen 13 núcleos poblacionales de lince ibérico registrados en
la península, de los cuales 12 se encuentran ubicados en España y suman 1.156
ejemplares.
Aunque la mayoría de esos linces están en el sur de España, su
presencia comienza a llegar a otras latitudes. Este mismo miércoles, Agentes
forestales de la Comunidad de Madrid localizaron a un ejemplar que deambulaba
por Boadilla del Monte. Horas más tarde, redirigieron al felino a una zona
forestal segura, dado que se encaminaba hacia una autopista.
Los atropellos son, junto a la caza furtiva o los cepos, la
principal amenaza del lince ibérico. Desde el año 2000 han muerto en Doñana 57
linces, 24 de los cuales fueron atropellados. Ahora, dado el caso de Tiko, los
expertos alertan que la contaminación ambiental, y más concretamente la basura
que vertemos al medio natural, también supone para ellos un grave problema.
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