El satélite Aeolus se desintegra sobre la Antártida
Nada dura eternamente. Ni siquiera las misiones
espaciales. El 22 de agosto de 2018, Europa lanzó al espacio un satélite
metereológico de última generación, bautizado como Aeolus, capaz de estudiar
como nadie la circulación global de los vientos y los fenómenos climáticos que
ocurrían en todos los rincones del planeta. La misión fue diseñada para durar
tres años y, para sorpresa de los científicos, aguantó incluso uno más de lo
esperado. Pero aun así, debido a las inclemencias del clima solar, llegó el día
que los investigadores del proyecto anunciaron que había llegado el momento de
desmantelarlo. Y en este caso, el fin de Aeolus iba a ser el de estrellarse
contra su planeta madre.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha optado por
poner punto y final a la historia de Aeolus con un "descenso
controlado" del satélite meteorológico sobre nuestro planeta. El aparato
llevaba más de cuatro años orbitando a unos 320 kilómetros de altura sobre la
superficie terrestre. Hace meses que sus responsables diseñaban su final. Por
eso, en los últimos días, el satélite había ido bajando progresivamente su
vuelo. Y este viernes, tras varias maniobras realizadas con los remanentes de
combustible de la misión, el dispositivo ha conseguido penetrar la atmósfera
terrestre y, muy probablemente, se ha desintegrado casi por completo en el
aire.
Según ha anunciado el equipo técnico detrás de esta
misión, todas las etapas del descenso se han completado con éxito. "El
equipo de control de la misión ha hecho todo lo que planeó", explican
desde la sala de control. "Ahora Aeolus está fuera de nuestras manos.
Tendrán que seguirlo nuestros expertos en deshechos espaciales", añaden.
Por el momento no hay ningún rastro de los restos de este satélite pero, en
caso de que algún fragmento haya sobrevivido al descenso, los científicos
argumentan que lo más seguro es que haya caído sobre el océano Atlántico. Muy
lejos de la tierra firme.
¿Pero por qué se ha decidido estrellar este satélite
contra la Tierra? Según explican los responsables de la misión de la primera
vez que se realiza una maniobra de este tipo para 'deshacerse' de una misión
espacial en desuso. Pero si se ha optado por este final es para "no
contribuir a la acumulación de basura espacial" que hace ya décadas que
invade la atmósfera. En estos momentos, de hecho, se calcula que hay al menos
10 toneladas de desechos espaciales generados por nuestra especie que rodean el
planeta. Así que para evitar que 'Aeolus' acabara así, sus creadores han
decidido sacarlo de la órbita y estrellarlo.
El satélite, fabricado por Airbus, pesa un total de
1.360 kilogramos y mide casi dos metros de largo. Este sofisticado aparato
despegó de la tierra con más de una década de retraso. Su creación fue aprobada
en 1999 pero, debido a problemas técnicos, no empezó a desarrollarse hasta 2007
y no estuvo listo para su lanzamiento hasta mediados de 2018. En total, se
estima que esta misión ha costado unos 480 millones de euros. Entre sus logros
más destacados están la gran cantidad de información diaria proporcionada por
este satélite, así como sus estudios para entender el avance de la crisis
climática en el planeta.
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