Cadáveres extraterrestres y cómo un grupo intenta engañar con el fenómeno OVNI
En 2020 los resultados revelaron que los cuerpos eran muñecos creados con huesos de animales y humanos unidos con pegamento.
Gran polémica se
ha generado luego que un grupo de expertos mostrara presuntos “seres no
humanos” disecados que fueron descubiertos en Nazca, en Perú, y fueron
mostrados como presuntas pruebas de vida extraterrestre en el congreso de
México.
Los cuerpos
fueron develados durante una audiencia pública sobre avistamientos de ovnis
presentados por el ufólogo y periodista Jaime Maussan que lidera el equipo que
respalda este hallazgo, el cual tiene todos los antecedentes de fraude.
Los cuerpos
humanoides de tres dedos se encontraron en el 2017 por primera vez, luego que
el ciudadano Paul Ronceros afirmó haberlas encontrado en una cámara subterránea
bajo el desierto de Nazca. Poco tiempo después se les empezó promocionar como
“momias alienígenas”, pero fueron desestimadas por el Comité Mundial de
Estudios de Momias.
El 2020 los
resultados presentados en una teleconferencia de la Universidad Nacional San
Luis Gonzaga de Ica (Unica) revelaron que los cuerpos eran muñecos creados con
huesos de animales y humanos unidos con pegamento sintético, además, las
cabezas eran cráneos de animales a los que les habían cortado el hocico, y
sobre la parte occipital se les había tallado el rostro humanoide. Quien estuvo
a cargo de este estudio fue Flavio Estrada, arqueólogo forense del Instituto de
Medicina Legal y ciencias Forenses del Ministerio Público.
Maussan y su
equipo presentaron el último 12 de setiembre en el parlamento mexicano dos
cuerpos medianos similares. Jois Mantilla, periodista que colabora con Maussan,
indicó que los muñecos, que fueron identificados como muñecos fabricados en
Perú, resultaron ser “piezas rituales” halladas junto a “cadáveres desecados”.
De acuerdo a José
de Jesús Zalce Benítez, especialista en ciencias forenses y director del
Instituto Científico para la Salud de la Secretaria de la Marina de México,
mostró resultados de un estudio carbono 14 realizado en el laboratorio de la
UNAM, se determinó que los restos tienen una antigüedad de mil años; sin
embargo, la entidad no confirmó el dato, pues dijo que éstos son
confidenciales.
De acuerdo a
otros exámenes de rayos X, tomografías y tejidos, que según los presentadores
se hicieron en el Instituto Inkarri de Cusco y la Universidad de San
Petersburgo (Rusia), Zalce afirmó que los cuerpos “no guardan relación con el
ser humano”, haciendo alusión a una especie desconocida.
Para el
arqueólogo Flavio Estrada las imágenes mostradas en la presentación muestran
los mismos errores anatómicos que detectó cuando analizó los cuerpos más
pequeños. “Las imágenes de rayos X y las tomografías evidencian que se tratan
de muñecos armados con huesos de animales y de humanos”, dijo para La
República.
Por otro lado,
luego de una búsqueda de datos académicos sobre estos supuestos cuerpos, se
encontró un artículo publicado en 2021 en la revista Internacional de Biología
y Biomedicina que está firmado, como primer autor, por José de la Cruz Ríos
López, biólogo que integra el equipo de Maussan.
El documento
habla de una tomografía que se le hizo a uno de estos cuerpos exhibidos y se
obtuvo por resultado que la mayor parte de la cabeza es un cráneo de llama
deteriorado, mientras el resto eran huesos que no se podrían identificar por el
desgaste.
Al parecer el
equipo de Maussan no presentó este documento porque traerían abajo las
afirmaciones de una supuesta especie nueva y develan lo que sería un fraude, un
nuevo intento fallido de convencer al público de una historia sin fundamento.
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