La Luna, próxima parada para la civilización humana
FERMÍN ROMERO | Han pasado poco más de 50 años luego
de que los Estados Unidos llegaran a la Luna tras una histórica carrera
espacial con la entonces Unión Soviética. Desde entonces, el ámbito
internacional se ha transformado notoriamente, el espacio es un escenario
estratégico influenciado por intereses económicos y consecuentemente un nuevo
frente geopolítico en el que competir y mostrar capacidades se vuelve altamente
atractivo para las potencias. Hoy asistimos a la nueva carrera espacial (NCE)
en la que, a diferencia de la primera (dominada por Estados), además de las
agencias espaciales gubernamentales (NASA, ROSCOSMOS, CNSA, ISRO, ya lograron
alunizajes exitosos, JAXA y KARI, están en proceso), las empresas (Astrobotic,
SpaceX, Intuitive Machines, Blue Origin, Lockheed Martin, Firefly, entre otras)
y el New Space juegan un papel fundamental imponiendo nuevas reglas. De tal
suerte que los recursos de la Luna son la gran apuesta de las agencias
espaciales y los bloques emergentes en las subsecuentes décadas, algunos de los
proyectos potenciales identificados hasta el momento son los siguientes.
Considerando la inminencia de los asentamientos
humanos en la Luna, la presencia humana y robótica, en el largo plazo, que
requerirán de una amplia gama de servicios desde Tierra en diversos sectores
(alimentos, sistemas de soporte vital, medicina, agricultura, transportes,
telecomunicaciones, servicios financieros, entretenimiento, etc.), la European
Space Agency (ESA), convocó a la industria europea para desarrollar
oportunidades comerciales e impulsar la economía lunar y lanzó el proyecto
Moonlight, con el cual busca desarrollar un enlace lunar sostenible utilizando
una constelación de satélites de comunicación y navegación; los proyectos más
viables serán susceptibles de seguimiento e implementación, en función de las
aproximadamente 400 misiones lunares que se tienen proyectadas para la
siguiente década, que garantizan clientes potenciales y la creación de amplias
fuentes negocios y de empleo.
De acuerdo con proyecciones de la ESA, la economía
lunar podría alcanzar en la próxima década los 100,000 millones de euros y
aumentar a 160,000 en 2040. La
conectividad de Moonlight posibilitará la gestión remota de la infraestructura
de generación, almacenamiento y distribución de energía en la Luna, los
operadores satelitales, empresas de datos, servicios financieros y
entretenimiento podrán intercambiar información entre centros de datos, transacciones
bancarias, videojuegos, filmes, series u otras opciones de esparcimiento entre
la Luna y la Tierra. Las mineras utilizarán el sistema de posicionamiento para
realizar minería de precisión, así como localización y extracción de agua,
oxigeno, hidrógeno y helio-3 para soporte vital, propulsión, extracción de
minerales y como material de construcción de la base lunar.
Por otra parte, según Nature Scientific Reports un
proyecto de la ESA, probó la creación de superficies aptas para circular (vías
o carreteras) fundiendo polvo lunar simulado con un potente láser. El proyecto
PAVER (Pavimentando el camino para la sinterización de regolito en grandes
áreas), a través del cual la ESA investiga la viabilidad de derretir arena para
la construcción de carreteras lunares y mantener alejado el polvo, está
dirigido por el Instituto BAM de Investigación y Ensayo de Materiales de
Alemania, la Universidad de Aalen en Alemania, el Grupo de Sistemas LIQUIFER en
Austria, la Universidad Clausthal de Alemania con apoyo del Instituto de Física
de Materiales del Espacio del Centro Aeroespacial Alemán (DLR). El consorcio
PAVER utiliza un láser de dióxido de carbono de 12 kilovatios para fundir polvo
lunar simulado en una superficie sólida vítrea, como forma de construir
superficies pavimentadas en la Luna. El regolito es ultrafino, abrasivo,
pegajoso, que obstruye los equipos y erosiona los trajes espaciales. Los
potenciales asentamientos humanos en la superficie lunar requerirán vías de
acceso a la base lunar y las minas de extracción de recursos (ISRU).
En segundo lugar, la NASA, el programa Artemis tiene
previsto regresar a la Luna con misiones tripuladas en 2025. Artemis y sus 29
socios, sin duda el mayor programa espacial internacional a nivel científico,
tecnológico, financiero, con grandes retos y alcances, el objetivo es
establecer una base lunar que permita la explotación de recursos in situ
(ISRU), minería espacial que dará un impulso adicional a la economía espacial y
a la economía en la Tierra, además de servir de plataforma de lanzamientos y
como estación de servicio hacia Marte. El horizonte de tiempo plantea al menos
diez años y un número similar de fases (1–11, orbitales y de superficie lunar),
que incluyen el desarrollo y despliegue de infraestructura básica de la base
lunar (rovers, módulos de aterrizaje robóticos, equipos para explotar los
recursos in situ, etc), la puesta en la órbita de la Luna de satélites, la
estación Lunar Gateway, módulo central
Halo, el cohete SLS, la nave Orion, el módulo lunar HLS, el retorno del ser
humano a la superficie de la Luna, sentar las bases de la economía lunar y la
antesala del para establecer presencia humana en Marte durante la década de
2030. Artemis, liderado por NASA se apoya en media docena de agencias espaciales
de primer nivel (incluida la ESA) y un gran número de empresas privadas.
En el sector de turismo espacial empresas como
Virgin Galactic, Blue Origin, SpaceX, Space Adventures, Zero 2 Infinity,
Boeing, Orion Span, Galactic suite space resort, Golden Spike y Xcor Aerospace,
están configurando los modelos de negocios en sectores como hoteles en órbita,
vuelos orbitales, vuelos espaciales suborbitales y turismo lunar, como parte de
la economía espacial y lunar.
Dados los ajustes en los desarrollos tecnológicos e
inclusive las tormentas solares previstas en 2024, actualmente se planteaban
como posibles los siguientes calendarios: Artemis 2 se pospone a 2025, Artemis
3 en 2025, Artemis 4 en 2027 o 2029, Artemis 8 entre 2033 y 2034 y Artemis 9 en
2034, se añadieron dos misiones logísticas Artemis 10 y 11 en 2033 y 2034.
A parte del programa Artemis, para el cuarto
trimestre de este 2023, en los últimos años el modelo de la NASA de exploración
espacial ha tenido cambios significativos, como la delegación del desarrollo de
tecnología espacial a través de contratos con diferentes empresas privadas como
Blue Origin y SpaceX y a través del DoD -en la parte de defensa- a Lockheed
Martin y Northrop Grumman, entre otras. En ese contexto de descentralización se
prevén las misiones Nova-C IM-1 con Intuitive Machines y Peregrine con
Astrobotic Technology, en la que se espera finalmente pueda llegar a la Luna la
Misión Colmena de México, desarrollada bajo el liderazgo del Dr. Gustavo Medina
Tanco, Responsable del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX), del
Instituto de Ciencias Nucleares (ICN-UNAM); aunque desafortunadamente para
Intuitive Machines y Astrobotic Technology (México incluido), existen
posibilidades de que no todo salga bien, ya que -a la fecha- menos de la mitad
de las misiones de alunizaje lo han logrado, pues algunas se estrellaron o no
llegaron a la Luna. Recientemente hubo cuatro aterrizajes exitosos: las
misiones Chang'e-3, -4 y -5 (China) y Chandrayaan-3 (India), pero en 2019
fallaron Chandrayaan-2 (India) y Beresheet de SpaceIL (Israel), a principios de
este año Hakuto-R M1 ispace (Japón) y Luna-25 (Rusia), en 2022 el cubesat
Omotenashi en Artemis -1 (Japón), sumaron cuatro éxitos de nueve intentos.
En tercer lugar, se encuentra el ambicioso programa
espacial de la Administración Espacial Nacional de China (CNSA) que busca
instalar asentamientos humanos (taikonautas) antes de 2030. China lleva tiempo
trabajando en diversos componentes necesarios para las misiones lunares
tripuladas previstas, que incluyen una nueva nave espacial con tripulación,
nuevos lanzadores y un módulo de aterrizaje lunar. La misión pretende construir
una base lunar, Estación Internacional de Investigación Lunar / International
Lunar Research Station (ILRS). La CNSA planea una serie de misiones robóticas
previo a 2030 como precursoras de la ILRS, que incluyen la misión del polo sur
lunar del orbitador, módulo de aterrizaje, rover y el mini detector volador
Chang'e-7 2026. Chang'e-8, cuyo lanzamiento está previsto para 2028, con una
misión de prueba de tecnología de impresión 3D ISRU.
La Indian Space Research Organization (ISRO), luego
de su exitoso primer alunizaje robótico tiene como objetivo poner un astronauta
en la superficie lunar para 2040 y construir una estación espacial en órbita
terrestre para 2035, anunció que realizó el gobierno indio a mediados de
octubre, la ISRO a cargo del programa espacial apunta a objetivos nuevos y
ambiciosos. Los futuros esfuerzos de exploración lunar de la India incluirán
una serie de misiones robóticas adicionales Chandrayaan, una nueva plataforma
de lanzamiento y un vehículo de lanzamiento pesado.
La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón
(JAXA) lanzó el pasado 6 de septiembre el módulo de aterrizaje lunar Smart
Lander for Investigating Moon (SLIM), un módulo de aterrizaje de exploración a
pequeña escala diseñado para reducir el tamaño y el peso del equipo utilizado
en los aterrizajes en la Luna e investigar los orígenes geológicos de la Luna,
que busca también probar tecnología fundamental para la exploración en entornos
de baja gravedad, un requisito importante para la futura investigación
científica del sistema solar. La JAXA ha declarado que SLIM probablemente
llegará a la órbita lunar tres o cuatro meses después del lanzamiento, y el
intento de aterrizaje se producirá uno o dos meses después. Si el alunizaje
tiene éxito, Japón se convertirá en el quinto país en lograr un alunizaje
suave, después de la Unión Soviética, Estados Unidos, China e India, y la
tecnología y arquitectura de SLIM podrán conducir a importantes proezas de exploración
lunar y planetaria.
KARI, Korea Aerospace Research Institute (Instituto
de Investigación Aeroespacial de Corea), con base en la capacidad acumulada en
tecnologías espaciales, Corea del Sur también desarrolla exploración espacial y
la exploración lunar está en sus planes. Como parte del plan, Corea lanzó el 5
de agosto de 2022 el primer orbitador lunar Danuri (KPLO, Korea Pathfinder
Lunar Orbiter), sonda lunar de observación no tripulada para verificar su
capacidad de exploración espacial, posteriormente Corea busca reunir fondos
para construir un módulo de aterrizaje lunar robótico de 1,8 toneladas, que
enviará a la Luna en 2031, para realizará su primer alunizaje con su propio
vehículo de lanzamiento espacial en una misión de un año (en el cohete portador
de próxima generación del país que se encuentra en desarrollo). El proyecto
sería la segunda misión de exploración lunar de Corea después de su primer
orbitador lunar robótico KPLO.
El establecimiento de asentamientos humanos en la
Luna representa un gran desafío tecnológico y científico que genera amplias
expectativas, tiene varias implicaciones y beneficios, algunas de las
expectativas y posibles beneficios que podrían derivarse para la humanidad incluyen:
El avance científico: la Luna podría servir como un
laboratorio natural para investigaciones científicas. Estos estudios incluyen
la geología lunar, la radiación espacial, la física de baja gravedad y otros
fenómenos que podrían proporcionar información valiosa sobre el sistema solar y
la Tierra. La Luna ofrece una plataforma única en campos como la geología, la
astrofísica, la biología y la meteorología.
La exploración espacial profunda: establecer una
presencia sostenible en la Luna podría servir como un trampolín para futuras
misiones de exploración espacial profunda, por ejemplo, a Marte. La Luna puede
convertirse en una base de lanzamiento y estación de servicio y
reaprovisionamiento para misiones más allá de nuestro sistema solar.
La investigación astrobiológica: la Luna también
puede ser un lugar interesante para buscar signos de vida microbiana pasada o
presente, así como para investigar la posibilidad de vida en otros cuerpos
celestes.
La explotación de recursos: la Luna contiene varios
recursos potencialmente valiosos, como el helio-3, un isótopo que podría
utilizarse en la fusión nuclear, y agua helada que podría descomponerse en
oxígeno e hidrógeno para producir propulsor de cohetes y agua potable.
El desarrollo tecnológico: La colonización lunar
requeriría el desarrollo y la mejora de tecnologías avanzadas en áreas como la
agricultura espacial, el reciclaje de recursos y la construcción de hábitats
autónomos sostenibles hasta la generación de energía solar en el espacio. Estas
innovaciones podrían tener aplicaciones en la Tierra y en futuras misiones
espaciales a otros planetas.
La diversificación de la especie humana: la
colonización lunar puede representar un primer paso hacia la diversificación de
la especie humana y una estrategia a largo plazo para la supervivencia de una
generación interestelar. Mantener una presencia a largo plazo en la Luna podría
reducir nuestra dependencia de la Tierra y aumentar nuestra resiliencia como
especie.
La inspiración y colaboración global: el
establecimiento de una colonia lunar puede ser una oportunidad para inspirar a
las generaciones futuras en el fomento a la paz y la colaboración internacional
en la exploración espacial, en una cultura por la no militarización del espacio
en favor de la unión de las naciones en la búsqueda de objetivos comunes en el
espacio, como patrimonio común de la humanidad.
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