Los gallos son capaces de reconocerse a sí mismos en el espejo
Investigadores de las universidades de Bonn y Bochum
han observado pistas de que los gallos podrían identificarse en un espejo en
experimentos realizados con 58 ejemplares.
Además, la configuración del experimento influye en
si el comportamiento realmente ocurre o no, una idea que bien podría ser
importante también para otras especies animales. El estudio ha sido publicado
ahora en la revista PLOS ONE.
“La capacidad de los animales para reconocerse a sí
mismos y, por tanto, tener conciencia de sí mismos, es una cuestión central en
la investigación del comportamiento”, afirma en un comunicado la estudiante de
doctorado Sonja Hillemacher, que junto con su colega la Dra. Inga Tiemann ha
pasado años en el Instituto de Ingeniería Agrícola en la Universidad de Bonn,
se centró en el estudio científico del comportamiento de las gallinas.
La idea de experimentar con frente a un espejo
surgió a los investigadores durante una conversación con el profesor Onur
Güntürkün del Departamento de Biopsicología de la Universidad del Ruhr en
Bochum.
Una prueba actual para la autoconciencia frente a un
espejo se conoce como “prueba de marca”. Se aplica una marca de color en la
parte superior de la cabeza de un animal, por ejemplo, una marca que el
individuo sólo puede reconocer frente a un espejo. Si el animal comienza a
examinar la parte marcada de su cuerpo frente al espejo, esto sirve como
indicación de que se ha reconocido en la imagen reflejada. Sin embargo, la
prueba no siempre funciona. Algunos animales que se consideran conscientes de
sí mismos no prestan atención a los espejos. ¿Quizás porque les perturba el
entorno “artificial” del experimento?
“Nuestro
objetivo era realizar la prueba del espejo en un entorno que se adaptara
ecológicamente mejor al comportamiento de las gallinas”, afirma la Dra. Inga
Tiemann en un comunicado.
Al profesor Onur Güntürkün se le ocurrió la idea de
aprovechar en el experimento un aspecto natural del comportamiento de las aves
de corral: “Algunas gallinas, y en particular los gallos, avisan a sus
compañeros con llamadas especiales si ven un depredador, como por ejemplo un
pájaro de presa o un zorro”, pero si los gallos están solos cuando notan al
depredador, normalmente permanecen callados para no llamar su atención y así
evitar convertirse en presa. “La señal de peligro es el comportamiento perfecto
para una prueba de identidad propia ecológicamente adaptada”, señala el
biopsicólogo de la Universidad Ruhr de Bochum.
Inicialmente, el equipo de investigación quería
comprobar si los gallos realmente darían la alarma si sus compañeros estuvieran
presentes... y si permanecerían tranquilos si estuvieran solos. Para ello, los
investigadores de la Universidad de Bonn construyeron un campo de pruebas en el
campus de Frankenforst. Una valla separaba dos tramos, aunque ambos lados eran
visibles para los gallos. A continuación se proyectó un ave de presa en el
techo de una sección.
Los investigadores probaron el experimento en 58
gallos, y para garantizar estadísticas sólidas para los resultados, lo
repitieron tres veces con cada gallo. En total, los gallos emitieron 77 alarmas
de peligro cuando había otras gallinas presentes, pero sólo 17 cuando estaban
solas. “Algunos animales son más valientes que otros”, afirma Sonja
Hillemacher. “Los resultados muestran, sin embargo, que la mayoría de los
gallos advierten a sus compañeros cuando un depredador anda suelto”.
Para el siguiente paso, se colocó un espejo entre
las secciones en lugar de una valla. ¿Cómo reaccionan los gallos ante la
combinación de su propia imagen en el espejo y un ave de presa? La prueba se
realizó nuevamente tres veces con cada animal. De 174 pruebas, sólo se
emitieron 25 alarmas. “Esto demuestra que los gallos no ven su imagen reflejada
como la de otro”, afirma Sonja Hillemacher. El resultado ofrece una indicación
de que podrían haberse reconocido a sí mismos en su imagen especular. Sin
embargo, teóricamente también existe la posibilidad de que sólo reconocieran un
animal extraño que imitaba su propio comportamiento y, por este motivo,
prefirieran no advertirles. “Aquí se necesita más experimentación”, explica
Inga Tiemann. Para fines de comparación, el equipo también llevó a cabo una
prueba de puntuación tradicional, en la que los gallos no demostraron ningún
comportamiento que sugiriera que se reconocieran en el espejo.
El equipo de investigación ve en los resultados
indicaciones claras de que la prueba tradicional de la marca del espejo produce
resultados más fiables cuando se tiene más en cuenta el comportamiento de la
especie animal específica. “En la situación tradicional, nuestro gallo
probablemente no habría demostrado ninguna conciencia de sí mismo”, afirma Onur
Güntürkün. “Pero cuando un depredador los amenaza, queda claro que su reflejo
en el espejo no es otro gallo, sino él mismo”. El enfoque también podría ser
importante para otras especies animales.
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