El pez que «pronostica grandes terremotos» aparece en una playa de República Dominicana
En Playa Los Coquitos del municipio Pepillo Salcedo,
provincia Montecristi, extrañamente este fin de semana salió a la orilla un Pez
Remo de más de cuatro pies de largo.
El pez remo gigante (Regalecus glesne), también
llamado el rey de los arenques, es una especie de pez lampridiforme de la
familia Regalecidae. Tiene una distribución cosmopolita en todos los océanos,
con excepción de las regiones polares.
El pez remo, que vive a profundidades de 250 a 1.000
metros, es el pez óseo más largo del mundo, pudiendo llegar hasta 11 metros de
longitud y 200 kilos de peso. Su forma es parecida a una cinta, con una aleta
dorsal a lo largo de toda su longitud, partiendo de entre los ojos hasta la
punta de su cola. Los radios de las aletas son pequeños y pueden tener hasta
400 o más. Sus aletas pectorales y pélvicas son casi adyacentes.
Sobre este ejemplar existe una creencia que aparecen
antes y después de un terremoto. Por eso suele llamársele “pez terremoto”. Pero
no está demostrado científicamente que así sea.
Expertos en sismología ecológica aseguran que los
peces del fondo del mar son más sensibles a los movimientos o temblores de las
fallas activas que los peces ubicados más cerca de la superficie de los
océanos.
La creencia de que el pez remo pronostica terremotos
surgió en Japón donde, en la mitología de ese país, a este ejemplar se le
considera el sirviente o mensajero del rey dragón, el gobernante del mar. Los
japoneses creen, además, que la persona que se tope con él quedará maldito.
La leyenda tomó aún más fuerza cuando docenas de
ejemplares de esta especie aparecieron en las costas de Japón unos meses antes
del tsunami que provocó el desastre de Fukushima. Esto generó cierta
controversia sobre la supuesta conexión entre los avistamientos y los terremotos.
Años más tarde, un espécimen fue arrastrado a la
tierra a lo largo de la costa de Santa Mónica (EEUU) y, además, se encontraron
dos especímenes muertos en las costas de la isla Santa Catalina. En todos estos
episodios cabe destacar que hubo episodios sísmicos en las mismas fechas, lo
que llevó a vincular la presencia de este animal con el riesgo de temblores.
Por si esto fuera poco, también se dejó ver en una
playa de México antes del terremoto de 7,5 en el año 2020 o en el de Panamá de
6,5 en 2021.
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