Mercurio podría albergar vida bajo sus extraños glaciares de sal
Un descubrimiento pionero sobre glaciares de
Mercurio amplía nuestra comprensión de los parámetros ambientales que podrían
sustentar la vida: en un nuevo estudio, los científicos revelaron que pueden
existir glaciares de sal en Mercurio, el mundo más cercano al Sol y más pequeño
del Sistema Solar. Incluso, creen que bajo los glaciares podría existir alguna
forma de vida.
Un equipo de científicos del Instituto de Ciencias
Planetarias (PSI), en Estados Unidos, ha identificado múltiples evidencias de
posibles glaciares de sal en Mercurio, abriendo una nueva frontera en
astrobiología: los hallazgos revelan un ambiente volátil potencialmente apto
para la vida, reflejando además las condiciones de habitabilidad que se
encuentran en lugares extremos de la Tierra.
De acuerdo a un artículo publicado en Space.com, los
descubrimientos de este equipo de investigadores, que se resumen en un nuevo
estudio publicado recientemente en The Planetary Science Journal, complementan
hallazgos recientes que revelaron que Plutón tiene glaciares de nitrógeno.
Teniendo en cuenta que Plutón se encuentra en el lado opuesto del Sistema
Solar, los dos descubrimientos implican que la glaciación es un proceso que se
extiende desde las regiones más calientes y cercanas al Sol hasta los gélidos
límites exteriores de nuestro Sistema Solar.
La nueva investigación cuestiona la idea de que
Mercurio carece de volátiles, elementos químicos y compuestos que pueden
vaporizarse fácilmente y que fueron vitales para el surgimiento de la vida en
la Tierra. Según los investigadores, estos elementos pueden estar enterrados
debajo de la superficie del pequeño planeta en las denominadas capas ricas en
volátiles (VRL, según las siglas en inglés).
Además, los científicos creen haber determinado cómo
estos VRL quedaron expuestos en la superficie de Mercurio. "Los glaciares
de Mercurio, distintos de los de la Tierra, se originan a partir de VRL
profundamente enterrados y expuestos por impactos de asteroides. Nuestros
modelos comprueban que el flujo de sal probablemente produjo estos glaciares, y
que después de su emplazamiento retuvieron compuestos volátiles durante más de
mil millones de años", indicó en una nota de prensa el científico Bryan
Travis, uno de los autores principales del nuevo estudio.
Una vista del terreno caótico del polo norte de
Mercurio (Borealis Chaos) y los cráteres Raditladi y Eminescu, donde se han
identificado evidencias de posibles glaciares de sal. CRÉDITO: NASA.
En cuanto a la formación de los elementos volátiles
en Mercurio, los especialistas sostienen que provienen de “una estructura o
fenómeno a gran escala, posiblemente derivada del colapso de una atmósfera
primordial fugaz y caliente en las primeras etapas de la historia de Mercurio.
Este colapso atmosférico podría haber ocurrido principalmente durante los
prolongados períodos nocturnos, cuando la superficie del planeta no estaba
expuesta al intenso calor del Sol”, aclaró en el comunicado el investigador
Alexis Rodríguez, líder del equipo científico del PSI.
Por último, los especialistas resaltaron que los
glaciares salados de Mercurio extienden nuestra comprensión de los parámetros
ambientales que serían capaces de sustentar la vida, sumando una dimensión
hasta el momento desconocida en cuanto a la investigación en astrobiología. Al
mismo tiempo, los científicos creen que los hallazgos son relevantes para determinar
en el futuro la habitabilidad potencial de exoplanetas similares a Mercurio.
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