Al menos 112 muertos, más de 3.000 casas quemadas y sospechas de intencionalidad: el brutal incendio que azota a Chile
Los
graves incendios forestales que azotan a la zona centro-sur de Chile, pero en
especial a la región de Valparaíso, han dejado al menos 112 muertos, según han
informado esta noche de domingo las autoridades. Horas antes, el presidente
Gabriel Boric, ya había adelantado que las 64 víctimas que informó en una rueda
de prensa, era una cifra que “va a crecer”: “Sabemos que va a crecer
significativamente”. El mandatario decretó duelo nacional por dos días y
aseguró que es la tragedia más grande que ha vivido Chile desde el gran
terremoto del 27 de febrero 2010, que dejó centenares de víctimas por el seísmo
y un maremoto. “Lo digo para que seamos capaces de dimensionar el dolor y la
magnitud de lo que estamos viviendo”, dijo Boric sobre el incendio forestal más
mortífero desde que existe registro.
El
mandatario recorrió este domingo Viña del Mar y Quilpué, dos de las ciudades
más afectadas de la región, ubicada a unos 120 kilómetros de Santiago, la
capital de Chile. “La prioridad de hoy, lo hemos dicho, pero lo reiteramos, es
salvar vidas y controlar, lo más pronto posible, los focos activos que están
combatiéndose”, señaló el presidente junto a un grupo de alcaldes de la zona y
al gobernador regional, Rodrigo Mundaca. E informó que se ha reforzado el
equipo del Servicio Médico Legal, pues “una de las urgencias más acuciantes es
recuperar los cuerpos”. “Esto es prioritario y se aborda con sentido de
urgencia. Sabemos la angustia, el dolor terrible, lacerante, que tienen los
familiares y todos quienes, en el proceso de remoción de escombros, les toca
encontrarse con el cuerpo de una persona”.
La
frase de Boric grafica la tragedia. Los incendios forestales alcanzaron las
zonas urbanas de la región de Valparaíso la noche del viernes y, por la mañana
del sábado, las autoridades todavía no podían entrar a algunas zonas porque los
incendios no estaban controlados. Los testigos describen que el fuego se propagó
en cosa de minutos. “Todo explotó como una bomba”, decía a la televisión
pública una mujer en la zona de Achupallas, en Viña del Mar, con un gran número
de muertos. La gente falleció mientras huía y a sus propios vecinos les tocó
encontrar los cadáveres. Las imágenes son devastadoras, porque villas enteras
–formales e informales– hoy están bajo cenizas.
El
presidente Boric informó que se mantendrá el toque de queda en cuatro
municipios de la región: Viña del Mar, Quilpué, Limache y Villa Alemana. Para
facilitar el trabajo de los equipos de emergencia y las evacuaciones, pero,
adicionalmente, para evitar los saqueos. En medio de la tragedia, se han
registrado robos en las casas que no lo han perdido todo, han denunciado las
autoridades.
Mientras
se controlan las llamas se han abierto albergues y centros donde se reúnen
artículos para las familias damnificadas. Además, Boric dispuso que el Palacio
Presidencial de Cerro Castillo, en Viña del Mar, se utilice “íntegramente como
espacio para realizar actividades niños, niñas y adolescentes que son víctimas
de la tragedia”, y contará con monitores y profesores para cuidarlos.
Informó
que los incendios han destruido más de 3.000 viviendas. Solo en Quilpué, el
fuego acabó con 1.300 casas, una cifra que falta actualizar, dijo. “En Viña del
Mar es mucho más”, agregó.
La
ministra del Interior, Carolina Tohá, aseguró este domingo que en la región de
Valparaíso siguen los incendios activos y, por lo tanto, no se ha superado el
riesgo. “Pero no igual que como el sábado”, aseguró en referencia a las mejores
condiciones de temperaturas, vientos y humedad para combatir el fuego en esta
región, donde se han quemado al menos unas 11.000 hectáreas.
Ante
la tragedia, los gobiernos de Perú, Uruguay, Colombia, Venezuela, Bolivia,
Argentina, Brasil, Paraguay y México han expresado su solidad con Chile y
ofrecido ayuda. Además, este domingo el presidente de Ucrania, Volodimír
Zelenski, envió a través de su cuenta de X (antes Twitter) condolencias a Boric
y “a todos los chilenos en relación con los terribles incendios forestales”. También
el Papa Francisco, durante la ceremonia del ángelus en el Vaticano, ha pedido
orar “por los muertos y heridos en los devastadores incendios en Chile”.
Los
incendios se intensificaron la noche del viernes. Y en una zona de la región de
Valparaíso hubo cuatro focos de fuego que prendieron en forma simultánea, lo
que ha hecho crecer la posibilidad que haya intencionalidad. La ministra Tohá
explicó que manejan antecedentes fundados de que, al menos en Las Tablas, en
Viña del Mar, hubo focos intencionales.
El
presidente también abordó este asunto y dijo que, en paralelo a las acciones de
ayuda y de emergencia, ha instruido recopilar “toda la información” para
abordar el origen de los incendios. “Resulta difícil pensar que pudieran
existir personas tan miserables y desalmadas capaces de causar tanta muerte y
dolor”. Y agregó: “Pero si estas personas existen, las vamos buscar, las vamos
a encontrar y tendrán que enfrentar no solamente el repudio de la sociedad
entera, sino también todo el peso del derecho y de la ley”.
El
gobernador Mundaca dijo que, aunque no se conocen las características de los
responsables de iniciar el fuego, es evidente que hubo intencionalidad. “No
sabemos si son grupos organizados o son pirómanos, eso lo tendrá que determinar
la justicia”. Pero prometió: “Todas las autoridades vamos a ejercer el máximo
rigor de la ley para dar con los responsables, porque los incendios se han
transformado en homicidios”.
Las
áreas afectadas por los incendios forestales han arrasado con zonas urbanas,
donde hay poblaciones que se instalaron en los años 60. De ellas, aunque aún no
se tiene un catastro completo, son 16 las villas damnificadas (un 30%
corresponden a casas levantadas por el Servicio de Vivienda y Urbanismo, Serviu,
y 70% a campamentos irregulares). El subsecretario del Interior, Manuel
Monsalve mencionó que, según cifras preliminares, serían entre 3.000 y 6.000
las viviendas afectadas por el fuego.
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