Una mutación genética repentina hizo que los humanos perdieran la cola
Un cambio genético en los antiguos antepasados podría explicar en parte por qué los humanos no tienen cola como los monos, según un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York.
El trabajo se publica en la portada de Nature y
explica las bases genéticas de la pérdida de la cola durante la evolución de
los humanos y los simios (hominoideos).
A diferencia de otras especies de primates, los
hominoideos -incluidos los humanos, chimpancés, gorilas, orangutanes y gibones-
no tienen cola. Esta pérdida es uno de los cambios corporales más notables que
se han producido a lo largo del linaje evolutivo que dio lugar a los humanos y
otros simios.
Sin embargo, recuerda la revista, aún se desconoce
el mecanismo genético que facilitó la evolución de esta pérdida en los
hominoideos.
Para tratar de aclararlo, los investigadores
compararon el ADN de simios sin cola y humanos con el de monos con cola, y
analizaron 140 genes relacionados con el desarrollo de esta parte del cuerpo de
los vertebrados.
Los autores del estudio partieron de la hipótesis de
que la pérdida de la cola se producía por cambios en el código del ADN
(mutaciones) de uno o más de ellos.
Tras el análisis, el equipo identificó el gen TBXT,
asociado al desarrollo de la cola, y planteó que la inserción de un fragmento
de ADN conocido como elemento Alu podría haber contribuido a la pérdida de la
cola en el antepasado hominoideo.
Para probar su teoría, los investigadores generaron
modelos de ratón que expresaban distintas formas del gen Tbxt, y descubrieron
una variedad de efectos en la cola, incluidos algunos ratones nacidos sin ella.
“Nuestro estudio empieza a explicar cómo la
evolución eliminó nuestras colas, una cuestión que me ha intrigado desde que
era joven”, resume Bo Xia, uno de los autores, en un comunicado de la
Universidad de Nueva York.
Según los científicos, se cree que la pérdida de
esta extremidad posterior del cuerpo en el grupo de primates que incluye a
gorilas, chimpancés y humanos se produjo hace unos 25 millones de años.
Tras esta escisión evolutiva, el grupo de simios que
incluye a los humanos actuales evolucionó hacia la formación de menos vértebras
en la cola, dando lugar al coxis o rabadilla.
Aunque la razón de la pérdida de esta parte del
cuerpo es incierta, algunos expertos proponen que estos cambios podrían haber
surgido para facilitar la adaptación a la vida en el suelo y no en los árboles.
Los genes suelen influir en más de una función del
organismo, por lo que los cambios que suponen una ventaja en un lugar pueden
ser perjudiciales en otro.
En este sentido, el equipo de investigación observó
un pequeño repunte en los defectos del tubo neural (estructura clave que se
forma en las primeras etapas del desarrollo embrionario) en ratones con la
citada inserción en el gen TBXT. Entérese también: Hombres deben esforzarse más
que las mujeres para obtener ganancias
“Futuros experimentos pondrán a prueba la teoría de
que, en un antiguo intercambio evolutivo, la pérdida de la cola en los humanos
contribuyó a los defectos congénitos del tubo neural, como los relacionados con
la bífida espinal, que hoy se observan en uno de cada mil neonatos humanos”,
afirma Itai Yanai, otro de los firmantes.
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