México detecta su primer exoplaneta
La astrónoma sonorense Yilen Gómez Maqueo Chew,
experta en el estudio de exoplanetas, reconoce que no suele ser la más
optimista entre quienes indagan en el firmamento
"Yo veo todo, y digo: 'No, eso no es'",
cuenta, hilarante y risueña, la investigadora del Instituto de Astronomía (IA)
de la UNAM en entrevista telefónica.
"Y me encanta equivocarme en ese sentido porque
entonces podemos obtener más datos y después decir: '¿Sabes qué?, ahí está. Yo
estaba mal. ¡Qué emoción!'", continúa la coordinadora del proyecto
SAINT-EX, un telescopio destinado a la búsqueda de planetas fuera del Sistema
Solar.
Eso, la emoción de confirmar un importante hallazgo
en lo que en un principio acaso podía tratarse solamente de ruido en la
observación por cuestiones atmosféricas de la Tierra u otras causas, sucedió en
torno al exoplaneta ahora bautizado como SPECULOOS-3 b.
Gómez Maqueo cuenta que, en el año 2021, no lo
detectaron como tal mientras observaban con SAINT-EX la estrella enana roja
ultrafría SPECULOOS-3, desde el Observatorio Astronómico Nacional de San Pedro
Mártir, en Ensenada, Baja California; "como no sabíamos que el planeta
estaba ahí, pues no estaba tan claro que era un sistema planetario".
Pero mediante la colaboración con otros
instrumentos, como el telescopio Artemis del Observatorio del Teide, en
Tenerife, en las Islas Canarias españolas, conseguirían corroborarlo.
"Hacemos predicciones basadas en las
observaciones que ya tenemos. Y dijimos: 'Si yo creo que éste es el periodo
orbital (del exoplaneta), o sea, qué tanto tarda en dar una vuelta a su
estrella, entonces debe de estar aquí. Esta noche, en este telescopio, lo debes
de poder ver'", expone la física. Y así sucedió.
SPECULOOS-3 b tiene dimensiones similares a las de la Tierra, y tarda solamente 17 horas en dar una vuelta alrededor de su estrella -o sea que un año ahí dura menos que un día terrestre-, la cual está a 55 años luz de nosotros, como reportaron recientemente en Nature Astronomy quienes realizaron esta investigación.
Este descubrimiento constituye el primer resultado
de SPECULOOS (Search for Planets EClipsing ULtra-cOOl Stars), una red
internacional de telescopios enfocada en la búsqueda de planetas que orbitan
enanas rojas ultrafrías, en la que México participa a través del SAINT-EX de
Ensenada.
"Lo que queremos saber es cómo son los sistemas
planetarios alrededor de las estrellas más pequeñas que hay, qué tantos
planetas se hacen, cuántos sobreviven, cómo son sus características
físicas", detalla Gómez Maqueo, parte de esta colaboración global junto
con sus colegas del IA Laurence Sabin e Ilse Plauchu-Frayn.
"En esta red nos dedicamos a eso, ése es
nuestro objetivo principal, y este planeta es el primer descubrimiento de ese
esfuerzo", remarca la física, refiriendo el entusiasmo de todos una vez
confirmado el nuevo exoplaneta cuya primera pista surgió en México. "Sí,
porque habíamos estado observando esta muestra de estrellas desde 2019, o sea, realmente
llevamos años buscando estas señales transitantes, y éste es el primer
resultado de eso"
Ése tránsito del exoplaneta, es decir, su paso entre
la estrella y quien observa, es la forma en la que lograron hacer la detección;
específicamente, por la disminución de la luz observable de la estrella, lo
cual permite conocer ciertos parámetros orbitales y algunas características
físicas.
"Lo que nosotros estamos midiendo exactamente
es la luz de la estrella; no vemos la luz del planeta con estas observaciones,
sino que estamos midiendo la luz de la estrella, y vemos cómo cambia en el
tiempo con respecto a la Tierra, que es donde estamos nosotros observando.
"Vemos cómo pasa el planeta y eclipsa a su
estrella, y entonces hay una caída de luz", reitera Gómez Maqueo. "A
eso le llamamos el tránsito, y es con esta técnica que detectamos que hay un
nuevo planeta".
En el caso de SPECULOOS-3 b, mucha de la importancia del hallazgo radica en que hasta ahora sólo se conocía una enana roja ultrafría albergando un sistema planetario, que es TRAPPIST-1, con siete planetas del tamaño de la Tierra.
Alrededor de SPECULOOS-3, no obstante, solamente se
ha observado uno.
"Hay varias suposiciones: o los planetas son mucho más chiquitos que el tamaño de la Tierra y por eso no los vemos, porque entonces el tránsito sería menos profundo, o no están ahí. Tendríamos que seguir buscando", apunta la coordinadora de SAINT-EX.
Lo siguiente, adelanta la investigadora del IA de la
UNAM, es realizar más observaciones para poder determinar la masa del
exoplaneta, y estudiar su emisión térmica para conocer cómo es su superficie.
Esto esperan hacerlo a través del Telescopio Espacial JWST.
Por lo pronto, las y los científicos estiman que
dada la cercanía de SPECULOOS-3 b a su estrella, y por ello el periodo orbital
tan breve, su atmósfera haya sido evaporada; "y sin una atmósfera es muy
difícil que haya condiciones para tener vida como la conocemos en la
Tierra", señala Gómez Maqueo.
No se trata de un detalle menor, pues parte de las
motivaciones para escudriñar el cosmos en busca de nuevos mundos es encontrar
algunos que sean potencialmente habitables, con condiciones para albergar la
vida. Pero en el caso de este exoplaneta, el gran aporte no es hacia la
Astrobiología, sino a las Ciencias Planetarias.
"Mientras nosotros encontremos más planetas
alrededor de las estrellas menos masivas, nos permite probar nuestro
entendimiento a través de los modelos de cómo se forman y evolucionan los
sistemas planetarios, si coincide o no. Si no lo hace, ahí se crea el nuevo
conocimiento científico", resalta Gómez Maqueo, que como buena pesimista
no cree que viajar a alguno de esos nuevos planetas vaya a ser una realidad
pronto.
"Ése, la Tierra, es el único planeta en el que
vamos a estar como humanidad, y por eso tenemos que cuidarlo", subraya.
En la frontera del conocimiento, y sin apoyo
Por más que el Conahcyt se siga jactando de un presunto apoyo inédito a la ciencia básica y de frontera, en la realidad abundan los casos de destacados proyectos que jamás han recibido recursos.
Y no es, por supuesto, ninguna novedad que para la
dependencia que encabeza María Elena Álvarez-Buylla las investigaciones sobre
el Universo no son prioridad.
"Conahcyt, en los últimos años, no nos ha dado
nada de dinero, y entonces ha sido difícil; Conahcyt ha dado menos dinero a la
ciencia básica", lamenta Gómez Maqueo.
"Conahcyt nunca me ha dado (financiamiento
para) un proyecto, a pesar de que estamos trabajando en esta ciencia de
vanguardia que es muy popular a nivel mundial; en el ámbito científico
internacional hay mucha inversión en los exoplanetas, en la Astrobiología. Yo
no entiendo realmente qué pasa (en México)", lamenta la investigadora.
Aunado al desinterés del organismo del Estado mexicano que debiera velar por la investigación, otras dificultades se han sumado para el equipo de Gómez Maqueo, como la imposibilidad de acceder a un fondo que obtuvieron en Suiza.
"Todavía no logramos que venga el dinero de
allá para acá por cuestiones administrativas de la UNAM. Y eso es súper
frustrante.
"Porque no hay dinero aquí, pero decimos:
'Okey, pues vamos a buscar cómo hacerle'. (Pero) existen todavía barreras de
acceso a estos fondos, aún cuando nos los otorgaron. Es horrible. He pasado
mucho tiempo este año en eso", comparte la física.
Por si esto no fuera suficiente, en junio del año
2022 un rayo impactó al telescopio SAINT-EX, y permanecieron sin poder hacer
observaciones con él hasta finales de 2023. Afortunadamente, contaban con
seguro, y lo único problemático fue el retraso con que el único proveedor que
hay en el mundo consiguió las refacciones.
"Las trató de enviar México, pero ahorita las aduanas están hechas un caos. Fue todo un proceso bastante frustrante.
"Pero la verdad es que, para mí, es emocionante
que podamos todavía contribuir a estos descubrimientos desde México, a pesar de
que sea tan difícil hacer ciencia desde aquí", sostiene Gómez Maqueo, de
voluntad sólida y motivada por los hallazgos de valor incuestionable.
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