Detectan en Kazajistán la mayor fuga de metano jamás registrada en un pozo petrolífero
Alrededor de 131.000 toneladas de metano fueron el
año pasado liberadas por una tremenda fuga en un pozo petrolífero, según han
detectado un equipo internacional de científicos. Se trata de la mayor fuga de
este gas de efecto invernadero registrada en un pozo petrolífero y se produjo
entre el 9 de junio y el 31 de diciembre del año pasado en Kazajistán.
Así lo afirma un equipo internacional de científicos
liderado por el Grupo LARS del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio
Ambiente de la Universidad Politécnica de Valencia (IIAMA-UPV), en un estudio
publicado en la revista ‘Environmental Science & Technology Letters’.
Incendio de 10
metros
El trabajo cuantifica y rastrea la evolución de esta
emisión masiva de metano gracias al potencial de la combinación de datos
satelitales procedentes de diversas misiones, como, por ejemplo, Tropomi,
GHGSat, Prisma, EnMAP y EMIT, junto con los radiómetros multiespectrales
Sentinel-2 y Landsat.
Los autores afirman que ese accidente, que provocó
un incendio de 10 metros de altura y la formación de un cráter de 15 metros de
ancho, superó significativamente episodios anteriores, como el de Aliso Canyon
en 2015, Ohio en 2018 y Luisiana en 2019, los tres en Estados Unidos.
"La fuga se inició el 9 de junio de 2023 y
liberó aproximadamente 131.000 toneladas de metano en la atmósfera durante los
205 días que resistió el incidente. De hecho, para sellar el pozo se inyectaron
miles de toneladas de agua y, finalmente, se logró detener el flujo de gas el
25 de diciembre de 2023 mediante la inyección de lodo de perforación”, indica
Luis Guanter, investigador del IIAMA.
Información
satelital
Para la investigación se desarrollaron nuevos
métodos de procesamiento de datos que permiten mejorar la información y manejar
los grandes penachos de metano detectados.
“Estos métodos optimizados incluyen la
implementación de un filtro adaptado para detectar penachos y modelos
específicos de cuantificación de metano para los instrumentos
hiperespectrales”, detallan los investigadores.
Por ello, destacan que las tecnologías avanzadas
basadas en información satelital son cruciales para detectar y cuantificar
emisiones de metano, especialmente en lugares remotos donde estos episodios
suelen pasar desapercibidos.
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