Una perturbación de viento solar privó a la Tierra de su cola magnética
Datos recogidos por una misión espacial de la NASA
han deparado observaciones sin precedentes de un fenómeno poco común creado
durante una eyección de masa coronal (CME) solar. Como un avión supersónico que
es impulsado por vientos de alta velocidad, la Tierra está siendo
constantemente bombardeada por una corriente de partículas cargadas
provenientes del Sol conocida como viento solar. Al igual que el viento
alrededor de un avión o el agua alrededor de un barco, estas corrientes de
viento solar se curvan alrededor del campo magnético de la Tierra, o
magnetosfera, formando en el lado de la magnetosfera que mira hacia el sol un
frente llamado arco de choque y estirándolo hasta formar una manga de viento
con una larga cola en el lado nocturno. Los cambios dramáticos en el viento
solar alteran la estructura y la dinámica de la magnetosfera. Un ejemplo de
tales cambios proporciona una visión del comportamiento de otros cuerpos en el
espacio, como las lunas de Júpiter y los planetas extrasolares. Las CME
generalmente viajan más rápido que la velocidad de Alfvén, la velocidad a la
que las líneas de campo magnético vibrantes se mueven a través del plasma
magnetizado, que puede variar con el entorno del plasma. En 2023, una CME
alteró la configuración normal de la magnetosfera de la Tierra durante unas dos
horas. Investigadores liderados por Li-jen Chen, del Centro Espacial Goddard de
la NASA, analizaron las observaciones de la Magnetospheric Multiscale Mission
(MMS) de la NASA para saber qué ocurrió. Publican resultados en Geophysical
Research Letters. El 24 de abril de 2023, la misión MMS observó que, aunque la
velocidad de transmisión del viento solar era rápida, la velocidad de Alfvén
durante la fuerte CME era aún mayor. Normalmente, el viento solar viaja más
rápido que la velocidad de Alfvén. Esta anomalía provocó que la onda de choque
de la Tierra desapareciera temporalmente, lo que permitió que el plasma y el
campo magnético del Sol interactuaran directamente con la magnetosfera. La cola
de la manga de viento de la Tierra fue reemplazada por estructuras llamadas
alas de Alfvén que conectaban la magnetosfera de la Tierra con la región del
Sol que había estallado recientemente. Esta conexión actuó como una autopista
que transportaba plasma entre la magnetosfera y el Sol. El evento CME único
ofreció nuevos conocimientos sobre cómo se forman y evolucionan las alas de
Alfvén, escriben los autores. Un proceso similar podría ocurrir alrededor de
otros cuerpos magnéticamente activos en nuestro sistema solar y el universo, y
las observaciones de los investigadores sugieren que la formación de auroras en
Ganímedes, la luna de Júpiter, también puede atribuirse a las alas de Alfvén.
Los autores sugieren que en futuros trabajos se podría buscar auroras de alas
de Alfvén similares en la Tierra.
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