Un submarino descubre estructuras secretas en la Antártida justo antes de desaparecer bajo las aguas heladas


A la hora de encontrar una solución a un problema, resulta útil enfocarlo desde todos los ángulos posibles. Lo mismo puede decirse del deshielo inducido por el cambio climático en la Antártida, razón por la cual la Colaboración Internacional del Glaciar Thwaites (ITGC) programó un vehículo submarino automatizado (AUV) -apodado "Ran"- para sumergirse en la cavidad de la plataforma de hielo Dotson, situada cerca del glaciar Thwaites, en la Antártida Occidental.

A lo largo de 27 días, el submarino recorrió más de 965 kilómetros -incluidos 16 kilómetros de inmersión directa en la cavidad- para averiguar cómo se derriten más rápido los glaciares cerca de fuertes corrientes submarinas y observar la topografía de esta importante plataforma de hielo. Lo que descubrieron los expertos de este sumergible es que los atributos de la parte occidental de la plataforma de hielo difieren mucho de los de la parte oriental, que es más gruesa y, por tanto, se derrite más lentamente.

El AUV Ran también produjo mapas de alta resolución de la parte inferior de la plataforma de hielo Dotson que revelaron extrañas características en forma de lágrima, mesetas heladas y patrones de erosión detallados. Los resultados del estudio se publicaron la semana pasada en la revista Science Advances.

"Anteriormente habíamos utilizado datos de satélite y testigos de hielo para observar cómo cambian los glaciares con el tiempo", declaró Anna Wåhlin, autora principal del estudio, en un comunicado de prensa. "Al navegar con el sumergible hasta la cavidad, pudimos obtener mapas de alta resolución de la parte inferior del hielo. Es un poco como ver la parte posterior de la Luna".

A diferencia de los glaciares, que descansan sobre la tierra, las plataformas de hielo forman parte del océano. Actúan como un contrafuerte que impide que el hielo terrestre fluya hacia el océano y eleve el nivel del mar, por lo que son de vital importancia para el ecosistema polar. Y como estas plataformas descansan sobre el océano, es posible meterse bajo ellas.

El sumergible Ran, de 6 metros de largo, utilizaba ondas sonoras pulsadas (sonar multihaz avanzado) en el hielo para cartografiar sus características, pero debido a su ubicación subantártica, Wåhlin y su equipo no podían comunicarse con el AUV ni seguir sus movimientos con GPS. Tras 14 misiones, algunas de un par de horas y otras de más de un día, Ran cartografió unos 80 kilómetros cuadrados de hielo y las estructuras observadas eran más complejas de lo que nadie imaginaba.

"La cartografía nos ha proporcionado muchos datos nuevos que debemos analizar más detenidamente", declaró Wåhlin en un comunicado de prensa. "Está claro que muchas hipótesis anteriores sobre el deshielo de la parte inferior de los glaciares se están quedando cortas. Los modelos actuales no pueden explicar los complejos patrones que observamos. Pero con este método, tenemos más posibilidades de encontrar las respuestas".

Uno de los descubrimientos del equipo es que las diferentes tasas de fusión entre las porciones este y oeste de la plataforma de hielo Dotson podrían explicarse por un fenómeno conocido como agua profunda circumpolar modificada (mCDW, por sus siglas en inglés), que se produce cuando el agua de los océanos Pacífico e Índico se mezcla con otras masas de agua locales que inciden en la base de hielo. Estos datos se complementaron con las mediciones de Ran de estas corrientes submarinas, así como con las altas tasas de fusión de las fracturas que atraviesan el glaciar.

Aunque la misión inicial del equipo era estudiar el cercano glaciar Thwaites, el entorno resultó demasiado difícil de acceder. Sin embargo, la plataforma de hielo Dotson resultó ser la candidata perfecta para probar el equipo y los métodos, según The New York Times. Los estudios se llevaron a cabo en 2022, y el equipo regresó a principios de este año para comprobar qué cambios se habían producido en la plataforma de hielo. Fue entonces cuando se hicieron realidad los peores temores de Wåhlin y su equipo: Ran no apareció en el punto de encuentro previsto. El equipo sospecha que el AUV encalló o se convirtió en el objetivo de unas curiosas focas.

"Aunque obtuvimos datos valiosos, no conseguimos todo lo que esperábamos. Estos avances científicos fueron posibles gracias al sumergible único que era Ran", declaró Wåhlin en un comunicado de prensa. "Esta investigación es necesaria para comprender el futuro de la capa de hielo de la Antártida, y esperamos poder reemplazar a Ran y continuar este importante trabajo".

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