A 20 años del tsunami del Océano Índico: el "Bebé 81" reflexiona sobre su pasado y futuro
El Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat activa la Situación 0 del Plan Especial Frente al Riesgo Sísmico tras los recientes seísmos en la Ribera Alta.
El tsunami del Océano Índico en 2004 dejó una huella imborrable en la historia, pero también historias de supervivencia que ofrecen esperanza. Una de ellas es la de Jayarasa Abilash, conocido entonces como el "Bebé 81", un niño rescatado del lodo en Sri Lanka tras ser arrastrado por la catástrofe. Hoy, 20 años después, reflexiona sobre su singular historia y sueña con un futuro como profesional en tecnología de la información.
La búsqueda desesperada de una familia
El 26 de diciembre de 2004, el pequeño Abilash, de apenas dos meses, fue hallado cubierto de lodo y registrado en un hospital bajo el número 81. Mientras tanto, su padre, Murugupillai Jayarasa, recorría frenéticamente la devastada región en busca de su familia. Aunque logró reunirse con su esposa y madre, el paradero de su hijo permaneció un misterio durante días.
El caso ganó notoriedad cuando nueve familias reclamaron al bebé como suyo, lo que llevó a una orden judicial para realizar una prueba de ADN, un procedimiento aún incipiente en Sri Lanka. Finalmente, los resultados confirmaron que Abilash pertenecía a la familia Jayarasa, poniendo fin a una disputa emocionalmente agotadora.
Una vida marcada por un apodo
Durante años, el apodo "Bebé 81" persiguió a Abilash. Sus compañeros de clase lo molestaban y el aniversario del tsunami reavivaba recuerdos dolorosos. Sin embargo, con el tiempo, el joven aprendió a aceptar su historia como una parte esencial de su identidad, viéndolo como una "palabra clave" que lo conecta con el pasado.
Supervivencia y agradecimiento
La atención mediática trajo tanto beneficios como desafíos para la familia. Aunque su historia fue ampliamente difundida, esto también los excluyó de programas de ayuda bajo la falsa suposición de que habían recibido apoyo financiero en el extranjero. A pesar de ello, la familia encontró formas de honrar a las víctimas del tsunami, erigiendo un memorial en su patio para recordar su trágica pérdida y celebrar la supervivencia de Abilash.
Hoy, mientras Abilash se prepara para ingresar a la universidad, su familia mantiene la esperanza de que utilice su experiencia para ayudar a otros. "Queremos que siempre sea agradecido y que encuentre maneras de contribuir al bienestar de quienes lo necesitan", comentó su padre.
La historia de Abilash no solo simboliza la tragedia del tsunami, sino también la resiliencia y la capacidad de encontrar esperanza en medio de la adversidad.
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