Curiosity captura un fenómeno nunca visto en el cielo de Marte
El rover de la NASA ha registrado unas nubes iridiscentes únicas durante el crepúsculo marciano, revelando un espectáculo de colores jamás visto que plantea nuevos enigmas sobre la atmósfera del planeta rojo.
El rover Curiosity de la NASA ha sorprendido a la comunidad
científica al capturar un fenómeno natural sin precedentes en Marte:
unas nubes iridiscentes que brillan con tonalidades vibrantes durante el
crepúsculo marciano. Las imágenes, tomadas el pasado 17 de enero,
muestran un espectáculo de colores que nunca antes se había observado con tal
nitidez en el planeta rojo.
Este fenómeno fue grabado durante 16 minutos en el sol 4.426
de la misión, utilizando la cámara de alta resolución Mastcam del rover.
Las nubes, conocidas como noctilucentes, aparecieron cuando los rayos
del Sol se dispersaron sobre cristales de hielo a gran altitud,
generando un efecto similar al de las nubes nácar que se forman en la
atmósfera terrestre.
Nubes de hielo seco a
gran altitud
Aunque las nubes marcianas suelen formarse a partir de hielo de
agua, los científicos creen que estas nubes iridiscentes están compuestas
de dióxido de carbono congelado, conocido como hielo seco. Flotan
entre 60 y 80 kilómetros sobre la superficie marciana y algunas columnas
descienden hasta 50 kilómetros antes de evaporarse debido al aumento de
las temperaturas.
Según Mark Lemmon, científico atmosférico del Instituto de
Ciencias Espaciales, estas nubes solo aparecen a principios de otoño
en el hemisferio sur de Marte, convirtiéndose en un espectáculo estacional
que ocurre en momentos específicos del año marciano. "La rareza y la
belleza de estas nubes las convierten en un objeto de estudio fascinante",
destaca Lemmon.
Un fenómeno registrado
por primera vez en 1997
Aunque este fenómeno no es completamente nuevo —la misión Pathfinder
de la NASA lo vislumbró por primera vez en 1997—, las primeras
imágenes iridiscentes detalladas fueron capturadas por Curiosity en 2019.
Desde entonces, el rover ha registrado este tipo de nubes durante cuatro
años consecutivos, permitiendo a los científicos planificar sus
observaciones con antelación.
"Siempre recordaré la primera vez que vi esas
nubes iridiscentes y pensé que era un artefacto de color. Hoy sabemos que es un
fenómeno real y predecible", explica Lemmon,
quien lidera el estudio de estas formaciones.
Misterio sin resolver
y nuevos descubrimientos
A pesar de su belleza, las nubes crepusculares en Marte siguen siendo un
misterio. Solo se han observado sobre el cráter Gale, donde opera
Curiosity, mientras que el rover Perseverance, que explora el cráter Jezero,
no ha registrado fenómenos similares.
Una hipótesis es que las ondas gravitacionales atmosféricas,
perturbaciones que enfrían el aire, podrían estar involucradas en la formación
de estas nubes. Sin embargo, el mecanismo exacto sigue sin comprenderse
por completo.
Más allá del cielo:
nuevos destinos de exploración
Además de estudiar estas nubes, Curiosity ha completado recientemente su
investigación en el canal Gediz Vallis y ahora se dirige a una zona
conocida como "The Boxwork", donde se encuentran formaciones
rocosas en forma de red, creadas por la acción del agua subterránea. Estas
estructuras, visibles desde el espacio, podrían contener minerales
transportados por el agua y moléculas orgánicas preservadas.
Este hallazgo no solo revela la complejidad atmosférica de Marte,
sino que también refuerza la idea de que el planeta aún esconde secretos
cruciales para comprender su evolución y, posiblemente, la existencia de vida
microbiana pasada.
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