Descubren en Bolivia rastros de una civilización avanzada en la Amazonia
Un reciente hallazgo arqueológico en los Llanos de Moxos, en la Amazonia boliviana, ha revelado la existencia de una civilización precolombina avanzada, capaz de desarrollar infraestructuras hidráulicas y urbanísticas en un entorno marcado por inundaciones estacionales. La investigación, publicada en Nature y difundida por The Economist, ha sido liderada por el arqueólogo Umberto Lombardo, de la Universidad Autónoma de Barcelona, y supone un giro en la concepción de la historia amazónica.
El estudio ha identificado más de 600
estructuras pertenecientes a la cultura Casarabe,
incluyendo calzadas, canales y montículos artificiales de
hasta 20 metros de altura y 20 hectáreas de extensión.
Este descubrimiento sugiere que la región albergó una sociedad jerárquica y organizada, con una planificación
territorial avanzada que permitía la movilidad y el aprovechamiento sostenible
del ecosistema.
Ingeniería hidráulica en la selva
amazónica
Durante mucho tiempo, se asumió
que la Amazonia era un territorio poco habitado
antes de la llegada de los europeos, debido a las dificultades de suelos poco
fértiles e inundaciones recurrentes. Sin embargo, el equipo de investigadores
ha demostrado que la cultura Casarabe logró transformar
el paisaje, utilizando técnicas de
manejo del agua para crear un entorno habitable y productivo.
Gracias al análisis de imágenes satelitales y tecnología LIDAR, los
científicos han identificado una red
interconectada de canales y calzadas, diseñada para controlar
el flujo del agua y conectar los distintos asentamientos. Además, los estudios
han revelado la existencia de terrazas
agrícolas elevadas, donde se cultivaban alimentos clave como el
maíz.
Un urbanismo monumental en plena
Amazonia
En una región conocida como Monumental Mound Region, que abarca 4.500 kilómetros cuadrados, los arqueólogos han
documentado cientos de montículos artificiales, utilizados como bases para viviendas, centros ceremoniales y administrativos.
La ausencia de piedra en la zona obligó a estos antiguos pobladores a
desarrollar técnicas constructivas con tierra,
creando asentamientos elevados que resistían las inundaciones.
Este urbanismo estructurado
refuerza la idea de que la cultura Casarabe no era un simple grupo disperso de
comunidades, sino una civilización
compleja, con una organización social y territorial avanzada
que le permitió prosperar en un entorno desafiante.
¿Por qué desapareció la cultura
Casarabe?
A pesar de su sofisticación, la
civilización Casarabe desapareció antes de la llegada de los europeos. Una de
las hipótesis más aceptadas es que las
enfermedades traídas por los colonizadores, como la viruela,
diezmaron a la población incluso antes
del contacto directo.
Sin embargo, dataciones por radiocarbono sugieren que algunos
asentamientos fueron abandonados
hacia el año 1400, casi un siglo antes del arribo de los
españoles. Otras poblaciones continuaron habitadas hasta 1550, lo que indica que los Casarabe mantuvieron
su presencia en la región hasta la colonización.
Un legado que sigue vivo en los
Llanos de Moxos
Hoy en día, los Llanos de Moxos son en su mayoría tierras de ganaderos, mientras que los Sirionós, el grupo indígena actual de la zona, no
tiene un vínculo directo con la cultura Casarabe. Sin embargo, las antiguas estructuras siguen en pie, algunas de ellas
utilizadas por las comunidades actuales, que construyen sus viviendas sobre los
montículos y emplean los canales en sus actividades agrícolas.
El descubrimiento de esta
civilización avanzada en plena Amazonia desafía los
paradigmas históricos y refuerza la idea de que las antiguas
culturas indígenas fueron capaces de desarrollar estrategias de adaptación ingeniosas y sostenibles en uno de los ecosistemas
más complejos del planeta.
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