Descubren una pirámide de hace 5.000 años en Perú
Un nuevo edificio piramidal ha sido descubierto en
Chupacigarro, un asentamiento prehispánico contemporáneo a la Ciudad Sagrada de
Caral, considerada la civilización más antigua de América. El hallazgo,
anunciado por el Ministerio de Cultura de Perú, amplía el conocimiento sobre la
red urbana de esta cultura, que se desarrolló hace aproximadamente 5.000 años
en el actual valle de Supe, al norte de Lima.
El edificio, identificado en el 'sector F' de
Chupacigarro, se encontraba oculto bajo un conjunto de huarangos secos y
maleza. Tras su limpieza, los arqueólogos pudieron identificar sus muros de
piedra y al menos tres plataformas superpuestas. En sus esquinas destacan
grandes piedras verticales, denominadas huancas, además de una escalera central
que conduce a la cima de la estructura.
Según el equipo liderado por la arqueóloga Ruth
Shady, este descubrimiento permitirá conocer la traza urbana completa del
centro de Chupacigarro, facilitando su estudio y puesta en valor. La zona
arqueológica se ubica en una pequeña quebrada, estratégicamente conectada con
el valle bajo y la costa, lo que favoreció el intercambio de productos marinos
y agrícolas en tiempos de la civilización Caral (3000-1800 a.C.).
Un geoglifo de gran tamaño en Chupacigarro
Entre los elementos más enigmáticos del sitio se encuentra
un geoglifo de 62,1 metros de largo, visible únicamente desde un punto
estratégico del asentamiento. Este gran dibujo muestra una cabeza de perfil con
rasgos asociados al estilo prehispánico de Sechín, con el ojo cerrado, la boca
abierta y el cabello representado como líneas onduladas que podrían simbolizar
viento o sangre.
Los especialistas señalan que Chupacigarro albergaba
al menos 12 estructuras ceremoniales, ubicadas en las cimas de pequeñas colinas
alrededor de una plaza central, siguiendo el patrón arquitectónico de la época.
Su ubicación, oculta desde el valle, sugiere que cumplía una función especial
dentro de la red de asentamientos vinculados a Caral, posiblemente con un carácter
más reservado o religioso.
Este nuevo hallazgo refuerza la importancia del
valle de Supe como cuna de una de las civilizaciones más antiguas del mundo, y
abre la posibilidad de que aún queden muchas estructuras por descubrir en esta
región fundamental para la historia del continente.
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