Hallan a un soldado romano enterrado boca abajo con un puñal en la espalda en una fortaleza española
Un misterio arqueológico rodea la muerte de este guerrero en una fortaleza de casi 5.000 años
Un equipo de arqueólogos ha descubierto en Almendralejo
(Extremadura) los restos de un soldado romano enterrado boca abajo con un pugio,
un puñal de guerra, clavado en la espalda. El hallazgo se produjo en una zanja
defensiva dentro de una fortaleza
prehistórica, revelando una escena de
muerte tan inusual como
enigmática.
El esqueleto, perteneciente a un hombre de entre 25 y 35 años, se encontraba casi completo, aunque sin los pies, lo que sugiere
que fueron cortados antes o después de su muerte. El puñal, aún en su vaina y
en excelente estado de conservación, ha sido fechado a finales del siglo I a.C., lo que podría situar la muerte de
este individuo en el contexto de los conflictos de la Hispania romana.
El director de la excavación, César M. Pérez, ha señalado que la presencia del
pugio indica su condición militar, aunque el hecho de que haya sido enterrado
boca abajo y con signos de violencia plantea la posibilidad de que haya recibido
un entierro deshonroso. Este tipo de sepultura era
poco común en la época y solía reservarse para individuos castigados o
traidores.
¿Quién era este soldado?
Los arqueólogos creen que, de
tratarse de un militar en activo, su pertenencia solo podría estar vinculada a
la Legio VII Gemina, la única legión romana
establecida en Hispania en ese periodo. Fundada en el año 74 d.C., esta legión estaba basada en Legio (actual León) y desempeñaba funciones de
seguridad provincial y escolta, en lugar de participar en campañas militares
directas.
Sin embargo, su presencia en una
fortaleza prehistórica plantea un gran
interrogante. ¿Qué hacía allí? ¿Fue ejecutado, asesinado o
abandonado tras un enfrentamiento? Para resolver estas incógnitas, los
científicos han comenzado un análisis
genético de los dientes del individuo, con la esperanza de
obtener información sobre su origen y posibles lazos familiares.
La fortaleza que fue consumida por
el fuego
El enterramiento se ha localizado
dentro de una fortaleza de 4.900 años,
un sitio arqueológico de gran relevancia que ha sorprendido por su sofisticada
estructura defensiva. Construida en la cima de una colina de 314 metros de altura, esta fortaleza pentagonal
estaba protegida por tres murallas
concéntricas, 25 bastiones y tres fosos de hasta cuatro metros
de ancho y dos metros de profundidad.
Las excavaciones han revelado que
el asentamiento fue arrasado y
abandonado 400 años después de su construcción. Evidencias de puertas quemadas, puntas de flecha dispersas y muros derrumbados
sugieren que fue atacado e incendiado por enemigos.
En su interior, se han hallado
herramientas, ídolos, puntas de flecha y restos de un depósito de agua, lo que
indica que la fortaleza sirvió de
refugio durante asedios. Sin embargo, sus imponentes defensas
no evitaron su caída y posterior destrucción.
Un misterio aún sin resolver
El hallazgo del soldado romano
dentro de esta fortaleza añade una capa más de misterio a la historia del
yacimiento. ¿Fue un combatiente caído en una batalla olvidada? ¿Un desertor
ajusticiado? ¿O alguien que sufrió una venganza brutal?
Mientras los arqueólogos buscan
respuestas, el descubrimiento de este guerrero olvidado ofrece una ventana
única a los conflictos y alianzas que definieron la Hispania romana.
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