Capturan por primera vez la salida de oseznos de sus madrigueras en el Ártico
Por primera vez en la historia, un equipo de investigadores ha logrado documentar el momento exacto en que los oseznos de oso polar emergen de sus madrigueras en el archipiélago de Svalbard, Noruega. Utilizando cámaras remotas entre 2016 y 2023, los científicos han conseguido imágenes inéditas que ofrecen información clave sobre el comportamiento materno y la supervivencia de esta especie en peligro.
El estudio,
publicado en el Journal of Wildlife Management,
subraya la importancia de proteger estas zonas de cría, ya que el 50% de los oseznos no llegan a la edad adulta. El
momento en el que abandonan la madriguera es crucial para su desarrollo, ya que
comienzan a adaptarse a las duras condiciones del Ártico, en un entorno cada
vez más amenazado por la actividad humana y el cambio climático.
Una mirada inédita a los primeros días de vida
Para llevar a
cabo la investigación, los científicos equiparon a
las hembras de oso polar con collares GPS y desplegaron cámaras
trampa en trece puntos estratégicos. Estas imágenes muestran cómo los oseznos, nacidos ciegos y sin pelo con apenas medio kilo de peso,
crecen rápidamente gracias a la leche materna, alcanzando hasta 10 kilos cuando salen de la madriguera.
Los datos
revelan que la salida de los oseznos puede durar desde
menos de un minuto hasta varias horas, y que permanecen cerca
de la madriguera entre 2 y 31 días
antes de aventurarse más lejos. A pesar de su rápido crecimiento, siguen
dependiendo completamente de sus madres, quienes les enseñan a sobrevivir en un
entorno de temperaturas extremas y recursos limitados.
Un llamado a la protección de los osos polares
La
organización Polar Bears International,
en el marco del Día Internacional del Oso Polar
celebrado el pasado 27 de febrero,
ha destacado la importancia de estos hallazgos para la conservación de la
especie. El estudio no solo arroja luz sobre un momento clave en la vida de los
oseznos, sino que también pone en evidencia la urgencia
de proteger su hábitat, cada vez más amenazado por la reducción
del hielo marino y la expansión de la actividad industrial en el Ártico.
Este descubrimiento refuerza la necesidad de tomar medidas para
garantizar la supervivencia de los osos polares y frenar el impacto de la
crisis climática en uno de los ecosistemas más frágiles del planeta.
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