El telescopio James Webb detecta auroras inusuales en Neptuno que rompen con todo lo conocido hasta ahora
La actividad auroral se manifiesta lejos de los polos y revela las peculiaridades del campo magnético del planeta más lejano del sistema solar
La comunidad científica ha vuelto a centrar su
atención en Neptuno, el octavo planeta del sistema solar, tras
detectar un comportamiento inusual en
sus auroras, gracias a los últimos datos captados por el telescopio espacial James Webb. Este fenómeno,
provocado por partículas solares atrapadas por
el campo magnético de un planeta, suele manifestarse cerca de
los polos. Sin embargo, en Neptuno,
las auroras aparecen en latitudes medias, muy alejadas de lo
observado en Júpiter, Saturno o Urano.
Este
descubrimiento representa una auténtica
anomalía magnética, y proporciona nuevas claves sobre el comportamiento del planeta azul, que ya en 1989
había mostrado indicios aurorales a través de las observaciones de la sonda Voyager 2.
Un campo magnético inclinado y
singular
La clave de este
comportamiento reside en que el campo
magnético de Neptuno está inclinado 47 grados respecto a su eje
de rotación. Esto provoca que las líneas magnéticas interactúen con la
atmósfera lejos de los polos geográficos, generando auroras
en zonas intermedias del planeta. Un patrón que rompe
con las reglas conocidas hasta ahora y que pone de manifiesto la complejidad del entorno magnético de Neptuno.
Este
descubrimiento, además de su valor científico, reafirma el papel del telescopio
James Webb como una herramienta imprescindible para explorar los secretos del universo con una precisión sin
precedentes.
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