La plasticosis: una nueva enfermedad causada por el plástico que amenaza la vida marina y humana
Identificada por científicos como una patología inflamatoria crónica, la plasticosis es provocada por la ingestión de microplásticos y ya afecta a peces, aves, corales, mamíferos marinos e incluso a los seres humanos
La creciente contaminación por plásticos ha dejado de ser solo un
problema ambiental para convertirse también en una amenaza
sanitaria global. Investigadores han identificado una nueva
enfermedad llamada plasticosis,
provocada por la ingestión continuada de microplásticos
y nanoplásticos que ya se detectan en una amplia variedad de
especies marinas y terrestres.
A diferencia
de las enfermedades causadas por virus o bacterias, la plasticosis es una
patología no infecciosa provocada por materiales sintéticos que ingresan en el cuerpo y
causan daño mecánico y químico, generando cicatrices en los tejidos de los órganos digestivos.
Estas lesiones alteran gravemente el funcionamiento de órganos como el
estómago, el bazo y los riñones, dificultando la correcta absorción de
nutrientes y llevando, en muchos casos, a la desnutrición
o la muerte de los animales afectados.
Impacto
directo en aves marinas, corales y tortugas
Los estudios
más recientes señalan que especies como aves marinas,
tortugas, peces, ballenas, focas y hasta corales presentan
signos de esta enfermedad. En las aves, especialmente, se han observado engrosamientos del tracto digestivo, obstrucciones intestinales
y daños internos irreversibles. El plástico ingerido, además, libera sustancias químicas tóxicas que agravan el
estado general del animal.
Estos
plásticos llegan a los cuerpos por confusión
alimentaria, ya que muchas especies los ingieren al confundirlos
con presas naturales como peces pequeños o huevos. La situación se agrava en
zonas costeras y marinas donde la densidad de residuos plásticos es cada vez
mayor.
Un reto sin
tratamiento: prevenir es la única opción
La
plasticosis no tiene tratamiento médico. Su única forma de prevención consiste
en reducir el vertido de plásticos al mar y limitar
el uso de productos de un solo uso, al mismo tiempo que se
impulsa una economía circular
real.
Organizaciones
como las Naciones Unidas están promoviendo iniciativas como
el Acuerdo Global sobre Plásticos, que busca un
compromiso multilateral para frenar esta crisis. Sin embargo, su éxito
dependerá de la voluntad política
y la implicación de las industrias contaminantes.
Mientras
tanto, los investigadores insisten en la urgencia de
seguir estudiando la plasticosis y sus efectos a largo plazo,
tanto en la biodiversidad marina como en los seres humanos, que ya presentan
rastros de microplásticos en sangre, pulmones y placenta, según diversas investigaciones
recientes.
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