La abeja más antigua conocida se conserva en ámbar y tiene rasgos carnívoros
Este hallazgo tiene alrededor de 100
millones de años y puede arrojar luz sobre ciertos linajes de avispas que
comenzaron a comer polen
Un insecto atrapado en
un resina de árbol solidificada hace unos 100 millones de años que encontraron
en la actual Birmania en 2001 se trata de una abeja que pertenece a una especie
antes desconocida, según ha concluido el biólogo George Poinar de la
Universidad de Oregón (EE.UU.).
Esa hembra de
'Discoscapa apicula' tiene algunos rasgos que aún conservan las abejas actuales
—como los cepillos de las patas para enganchar granos del polen— y posee
ciertas características de las avispas apoides, los ancestros carnívoros de las
abejas.
Poinar considera que
este hallazgo de la abeja más antigua conocida puede arrojar luz a las etapas
tempranas de la evolución de esos insectos, ya que casi todo el
"vasto" registro sobre su evolución se basa en antepasados de
"los últimos 65 millones de años" y "muy parecidos" a los
ejemplares modernos.
Poinar considera que
este hallazgo de la abeja más antigua conocida puede arrojar luz a las etapas
tempranas de la evolución de esos insectos, ya que casi todo el
"vasto" registro sobre su evolución se basa en antepasados de
"los últimos 65 millones de años" y "muy parecidos" a los
ejemplares modernos.
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