Los neandertales tejieron cordeles hace 40.000 años

El cordel hallado en Francia estaba adherido a una herramienta de piedra delgada de 60 mm de largo
Un equipo internacional de investigadores ha encontrado en el yacimiento prehistórico de Abri du Maras, en el sur de Francia, la que parece ser la prueba más antigua de tecnología textil registrada hasta la fecha. Se trata de un pequeño cordel entrelazado hace más de 40.000 años por neandertales, el grupo humano extinto que entonces vivía en Eurasia. 

Según los autores del estudio, publicado en la revista «Scientific Reports», la cuerdecilla es una nueva prueba de que las habilidades y capacidades cognitivas de estos homínidos eran comparables a las del hombre moderno.
Detalle del fragmento de cordón que muestra fibras retorcidas, observado con microscopía electrónica de barrido
Detalle del fragmento de cordón que muestra fibras retorcidas, observado con microscopía electrónica de barrido - MNHN
Un análisis microscópico de los restos de Abri du Maras mostró tres haces de fibras entrelazadas, unidas de manera intencionada para crear un fragmento de cordel de aproximadamente de 6,2 milímetros de largo y 0,5 de ancho. Su autor debía ser por necesidad un neandertal -en la zona había un grupo compuesto por 25 o 30 individuos que dejaron otras evidencias de su cultura-, ya que presuntamente el hombre anatómicamente moderno llegó al sureste de Francia unos miles de años después.
El análisis espectroscópico reveló que las hebras estaban hechas de celulosa, probablemente de una conífera de los alrededores. «Para obtener estas fibras, se debe quitar la corteza exterior de un árbol para raspar la corteza interior. Esto se hace mejor en primavera o principios de verano. A menudo, este material se sumerge en agua durante un tiempo antes de descomponerse en fibras individuales. En este punto, pueden retorcerse para formar cordeles o cuerdas», explica Bruce Hardy, coautor del estudio y profesor de antropología en Kenyon College (EE.UU.)
El cordel hallado en Francia estaba adherido a una herramienta de piedra delgada de 60 mm de largo. Los autores especulan con que el cordón podía haber unido la hoja a un mango o era parte de una red o bolsa que la contenía. El cordel también pudo haber sido usado para fabricar una cuerda más fuerte.
Los investigadores creen que este descubrimiento destaca habilidades cognitivas inesperadas por parte de los neandertales. Marie-Hélène Moncel, del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) en Francia, equivalente al CSIC en España, cree que estos homínidos pudieron mantener un acercamiento al mundo vegetal hasta ahora desconocido. «Probablemente, conocían las propiedades de las diferentes partes de un árbol, para seleccionar las mejores fibras», afirma. Además, quizás tenían nociones matemáticas «para contar las fibras, asociarlas y hacer algo más fuerte, puede que una bolsa para llevar cosas pesadas», añade.
Para Hardy, «el cordel, y la tecnología de fibras en general, es un ejemplo del uso infinito de medios finitos». Al igual que en el lenguaje «no podemos tener una oración sin palabras, ni palabras sin sonidos que transmitan un significado», una cuerda requiere de varios cordeles, y un cordel de un conjunto de fibras. «Las habilidades cognitivas para hacer una cuerda son muy similares a las del lenguaje», dice.
Este fragmento de cuerda es el primer ejemplo de tecnología textil del mundo. Antes de su descubrimiento, el más antiguo conservado había sido encontrado en el yacimiento de Ohalo 2 en Israel y data de hace 19.000 años. Muestran una «Z» o un giro en el sentido de las agujas del reloj. El siguiente sería un cordón de seis capas de Lascaux de hace unos 17.000 años. También hay impresiones en arcilla de la República Checa de hace 27.000 años que muestran evidencias de tejidos, pero no se conservan fibras reales.

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