El cerebro humano interactúa con la materia a nivel cuántico
El cerebro humano sigue siendo en muchos aspectos un
gran misterio que los científicos tratan de desentrañar. Ahora, un equipo de
científicos del Trinity College Dublin (Irlanda) hipotetiza que uno de sus
secretos podría estar en la computación cuántica.
La computación cuántica es un paradigma de
computación que, de manera tremendamente simplificada, en lugar de usar bits
(unidades mínimas de información que pueden tener sólo dos valores: 1 o 0) usa
cubits (que pueden tener los dos valores a la vez). Esto se basa a su vez en los principios de la
mecánica cuántica que, de forma de nuevo casi obscenamente resumida, surge de
la constatación de que una partícula (como un electrón) puede ser también una
onda, y una onda puede ser también una partícula.
De hecho, tal y como publican en el medio científico
Journal of Physics Communications, estos autores llegaron a esta conclusión
tras adaptar para el estudio del cerebro una idea experimental diseñada para
probar la existencia de la gravedad cuántica.
Esta idea consiste en tomar sistemas cuánticos
conocidos, que interactúa con un sistema desconocido. Si los sistemas cuánticos
conocidos se entrelazan (el entrelazamiento, en física, es un fenómeno cuántico
sin equivalente en la física clásica, lo que lo hace complicado de explicar; a
grosso modo, actuar sobre uno de los sistemas, por ejemplo girando una
partícula, tiene efectos en el otro sistema: la segunda partícula giraría en
sentido contrario) significa que el sistema desconocido es cuántico también.
Para probar este concepto, los investigadores
emplearon protones de fluido cerebral y midieron su espín (momento angular
intrínseco) mediante una forma especial de resonancia magnética diseñada para
buscar protones entrelazados.
Así, encontraron señales que se parecían a los
potenciales evocados sincronizado con el latido del corazón (HEP), un patrón
característico en la actividad cerebral como consecuencia de la contracción
ventricular. Los potenciales electrofisiológicos, como los HEP, no son
detectables normalmente mediante resonancia magnética, por lo que estos autores
creen que si pudieron observarlos es porque los protones del cerebro están
entrelazados.
La teoría es que si no se encuentra otra explicación
que no sea el entrelazamiento, esto quiere decir que los procesos cerebrales,
como la memoria a corto plazo o la consciencia, están interactuando con los
espines de las partículas. Como resultado, se puede deducir que dichas
funciones son cuánticas.
La posibilidad de que el cerebro opere en términos
similares los de la computación cuántica explicaría el enigma de por qué el
cerebro humano es capaz de superar dispositivos potentes como los
superordenadores en tareas como las decisiones, la adaptación a circunstancias
imprevistas o el aprendizaje.
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