Una modificación de la cadera permitió la aparición de los animales más grandes sobre la tierra
Un estudio que analizan reconstrucciones
virtuales de dinosaurios saurópodos apunta a que parte del éxito evolutivo, que
los llevó a ser los animales de mayor porte que han pisado la Tierra, pudo
deberse a una modificación en la cadera
Este estudio, fruto del
desarrollo de la paleontología virtual y liderado por investigadores de la
UNED, junto a la Universidade de Lisboa y el Museo Paleontológico de Elche
(Alicante), pone al descubierto un carácter que pudo constituir una innovación
clave en la evolución del grupo.
Los saurópodos son uno
de los grupos más populares de dinosaurios. Fueron los animales más grandes que
han caminado sobre la tierra y las condiciones que les permitieron alcanzar su
enorme éxito evolutivo durante el Mesozoico son un tema recurrente en la
investigación paleontológica. Los dinosaurios saurópodos fueron animales
gigantescos, cuadrúpedos, con una cola larga y un cráneo pequeño al final de un
cuello también largo. La descripción de nuevas especies de saurópodos ha puesto
de manifiesto una enorme versatilidad en sus capacidades de alimentación que
les permitió explotar desde la vegetación a nivel de suelo hasta las hojas
situadas a varios metros de altura en las copas de los árboles.
El estudio de estas
capacidades no resulta sencillo a partir de los esqueletos conservados como
fósiles. Sin embargo, el enorme desarrollo que ha experimentado la
paleontología virtual ha permitido un nuevo abordaje mediante el análisis de
modelos virtuales de estos animales.
En este estudio, publicado
en Scientifc Reports, se usa como base el esqueleto, de unos 13 metros de
longitud, del saurópodo 'Spinophorosaurus nigerensis'. Este dinosaurio se
encuentra temporalmente depositado en el Museo Paleontológico de Elche para su
estudio y fue excavado en 2007 en Níger, en el contexto del proyecto PALDES
(Paleontología y Desarrollo). Este ejemplar del Jurásico Medio (hace unos 170
millones de años) es uno de los saurópodos primitivos más completos y mejor
preservados conocidos.
Mediante avanzadas técnicas
de digitalización, se obtuvieron modelos tridimensionales de muy alta
resolución de cada uno de los más de 200 huesos del esqueleto. A partir de
estos modelos se construyó una recreación virtual del animal, aplicando una
serie de principios metodológicos que minimizan cualquier noción preconcebida.
Sorprendentemente, el
animal reconstruido virtualmente es muy diferente a lo esperado. En lugar de
tener la columna vertebral horizontal, el torso y el cuello se encuentran mucho
más elevados que en las reconstrucciones previas debido a la morfología de las
vértebras sacras. Estas vértebras en vez de tener una disposición rectangular
presentan un acuñamiento de hasta 20 grados que eleva las vértebras de la cola
y las del dorso y el cuello.
En 'Spinophorosaurus',
este acuñamiento se acompaña de unos brazos largos y un cuello flexible que le
permitirían alimentarse de vegetación a más de 7 metros de altura, manejando el
cuello como lo hacen las jirafas actuales.
Al comparar el sacro de
'Spinophorosaurus' con el de otros saurópodos, se observó que la mayoría
presentaban también sacros acuñados. Solamente aquellos saurópodos más
primitivos tenían sacros de perfil rectangular. Esto indica que el acuñamiento
del sacro apareció pronto en la historia evolutiva de estos animales, pudiendo
suponer una innovación clave en su éxito evolutivo que habría pasado
desapercibida hasta ahora.
Sorprendentemente, el
animal reconstruido virtualmente es muy diferente a lo esperado. En lugar de
tener la columna vertebral horizontal, el torso y el cuello se encuentran mucho
más elevados que en las reconstrucciones previas debido a la morfología de las
vértebras sacras. Estas vértebras en vez de tener una disposición rectangular
presentan un acuñamiento de hasta 20 grados que eleva las vértebras de la cola
y las del dorso y el cuello.
Los primeros saurópodos
con sacros rectangulares habrían tenido capacidad para alimentarse de
vegetación de porte medio. Sin embargo, los saurópodos con sacro acuñado
adquirieron la capacidad para aprovechar la vegetación de mayor altura,
capacidad que sería heredada por todos sus descendientes.
En la
historia evolutiva de los saurópodos hasta su extinción hace 66 millones de
años, el sacro nunca perdió el acuñamiento, de modo que aquellas especies que
evolucionaron hacia una alimentación de porte más bajo tuvieron que modular la
posición de su cabeza mediante cambios en la longitud relativa de sus brazos.
Comentarios
Publicar un comentario