Rastros de vida antigua que hablan de la diversidad temprana en los ecosistemas marinos
Si pudiéramos bucear en
los fondos oceánicos hace casi 540 millones de años, justo después del punto
donde las olas comienzan a romper, encontraríamos una explosión de vida,
animales con forma de gusano y otras criaturas marinas creando agujeros y
estructuras complejas en el barro y la arena, allí donde el entorno había sido
antes mayormente estéril.
Gracias a una
investigación publicada en la revista Science Advances por un equipo
internacional de científicos dirigido por la Universidad de Saskatchewan
(USask), este rápido aumento de la biodiversidad -uno de los dos grandes
eventos de este tipo a lo largo de un período de 100 millones de años, hace 560
a 443 millones de años- forma parte de una imagen más clara que está surgiendo
sobre los antiguos océanos de la Tierra y la vida en ellos.
"A partir de las
señales fósiles -rastros, agujeros y madrigueras que dejaron atrás los
animales- vemos que este entorno particular del fondo del océano, la costa,
sirvió como un 'crisol' para la vida", dijo el paleobiólogo de USask Luis
Buatois, autor principal del artículo. "Durante los siguientes millones de
años, la vida se expandió desde esta área hacia afuera en aguas más profundas y
hacia adentro en aguas menos profundas".
La investigación es la
culminación de más de 20 años de trabajo de Buatois y del equipo que examinó
cientos de formaciones rocosas en lugares de todos los continentes.
"Hasta ahora, estos
dos eventos - la Explosión Cámbrica y el Gran Evento de Biodiversificación
Ordovícica - han sido analizados principalmente a través del estudio de fósiles
de cuerpos, como conchas, caparazones y huesos de antiguas criaturas marinas",
dijo Buatois. "Ahora podemos decir con confianza que estos eventos también
se reflejan en el registro fósil de rastros, lo cual pone de manifiesto el
trabajo de esas criaturas de cuerpo blando cuyos tejidos carnosos se pudren muy
rápidamente y por lo tanto solo se conservan muy raramente".
Por primera vez, el
equipo ha mostrado evidencias de animales que activamente "diseñaban"
su ecosistema, a través de la construcción de abundantes y diversas madrigueras
en el fondo de los océanos del mundo en esta época antigua.
"Nunca subestimes
lo que los animales son capaces de hacer", dijo la paleobióloga de USask
Gabriela Mángano, co-autora del artículo. "Pueden modificar su entorno
físico y químico, excluyendo a otros animales o permitiéndoles prosperar
creando nuevos recursos. Y desde luego estaban haciendo todas estas cosas en
estos antiguos mares".
Lo que hacían estos
animales que dejaron rastros fósiles puede haber sentado las bases para una
mayor diversidad de la vida marina. Los investigadores identificaron un desfase
de 20 millones de años durante la Explosión Cámbrica (el momento en que la
mayoría de los principales grupos de animales aparecen por primera vez en el
registro fósil) entre la diversificación en los rastros fósiles y los fósiles
de cuerpos de animales, lo que sugiere que animales posteriores explotaron
cambios que les permitieron diversificarse aún más.
La investigación también
ayuda a resolver una gran cuestión del registro geoquímico, que indicaba que
gran parte del antiguo océano carecía de oxígeno y era inadecuado para la vida.
Al igual que los océanos de hoy en día, el océano cámbrico tenía ciertas zonas
llenas de vida, mientras que otras carecían de las condiciones necesarias para
sostenerla.
"El hecho de que la
distribución de los rastros fósiles muestre que hubo lugares donde la vida
floreció adyacente a otros carentes de actividad animal a lo largo de todo el
período cámbrico temprano es un fuerte argumento a favor de la idea de que las
zonas con suficiente oxígeno para sostener una diversidad de animales
coexistieron con aguas sin oxígeno en áreas más profundas", dijo Mángano.
"Es una situación similar a la que ocurre en los océanos modernos con
zonas de mínimo oxígeno en la parte exterior de la plataforma continental y la
parte superior del talud continental, pero con zonas oxigenadas en aguas menos
profundas".
La investigación podría
proporcionar nueva información desde una perspectiva evolutiva sobre la
importancia de las extensas formaciones rocosas de una antigüedad similar que
se encuentran en el Canadá y en otros lugares, y ayudar a la sociedad a
prepararse para los próximos desafíos.
"La comprensión de
los cambios que tuvieron lugar en los primeros momentos de la historia de nuestro
planeta podría ayudarnos a hacer frente a los desafíos actuales en los océanos
modernos, en particular con respecto a los cambios en el oxígeno", dijo
Buatois. (Fuente: NCYT Amazings)
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